Este ciclo está dedicado a aquellos géneros cinematográficos que por lo general no se ven reflejados en los ciclos de cine-debate o cine arte, como por ejemplo, el cine clásico, el cine bizarro, la ciencia ficción, el cine negro, el erótico, el de terror, el spaghetti western, el blaxploitation, el anime, el cine clase 'b' en general y otros géneros. Dentro de estos subgéneros cinematográficos pueden encontrarse verdaderas joyas cinematográficas, como así también las peores películas de la historia; pero si hay algo que todas tienen en común es su garantía de diversión. Esperamos que lo disfruten.

Los Cínecos



PROGRAMACIÓN AÑO 2014

El Ejército De Las Sombras

Jueves 4 de Junio

Título original: "L'armée Des Ombres" (1969)

Dirigida por Jean-Pierre Melville; con Lino Ventura, Paul Meurisse, Simone Signoret, Jean-Pierre Cassel, Claude Mann, Paul Crauchet, Serge Reggiani, Christian Barbier y otros. Guión : Jean Pierre Melville, Joseph Kessel, basado en su novela homónima.

Aclamado drama sobre la resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial. Basada en la novela de Joseph Kessel, la película comienza en octubre de 1942 y nos presenta algunos meses en las vidas de los militantes en torno a Phillippe Gerbier, un tranquilo ingeniero civil que es uno de los verdaderos líderes de la resistencia. Philippe Gerbier (Lino Ventura) es jefe de uno de los grupos de la resistencia en París, contra la ocupación nazi, es capturado pero tras un ardid logra escapar y se une a otro grupo que desarrolla sus acciones en Marsella, el delator es descubierto y se procede a su ejecución, la narración ofrece una visión del coraje y los miedos de estos grupos que tan importantes fueron durante la segunda gran guerra.

Estamos ante una de esas películas duras, ásperas, directas, pero por encima de todo imprescindibles. Melville nos regala un fresco de la resistencia francesa plagado de situaciones, con multitud de detalles, tantos que en un principio nos pueden pasar desapercibidos en un primer visionado.

Un clásico del cine europeo en el que Jean-Pierre Melville da una magistral clase de cine al trasladar la novela de Joseph Kessel a la gran pantalla. También se trata, sin lugar a dudas, del más memorable homenaje a los héroes de la Resistencia Francesa jamás filmado. Lejos de sacralizar las gestas de los hombres y mujeres que lucharon contra el gobierno de Vichy y la Gestapo, la película de Melville capta los claroscuros de unos personajes que, con aciertos y errores, se dejan la piel en una lucha solitaria y por la que pocos apuestan. Dificultades morales, económicas y militares que se narran a tres voces, desde la omnisciencia del director hasta dos de los personajes principales, Philippe Gerbier (Lino Ventura) y Jean François Jardie (Jean-Pierre Cassel). Apuntes de estilo y riesgo en una obra que va más allá del docudrama o del epistolario bélico. Puro cine negro es lo que contiene la cinta, con dos maneras de sentir la acción: la de la espera, pausada, agónica, y la de la confrontación o la huída, veloz, trepidante. Siempre desde la contención interpretativa, la frialdad de la imagen y al son de una partitura, la primera de Éric Demarsan, imposible de olvidar.

El ejército de las sombras ofrece por partida doble cine de alta calidad: por un lado la obra más redonda del gran director que murió tempranamente con sólo 56 años, y al mismo tiempo una mirada adulta, conmovedora, pero al mismo tiempo dura, dolorosa, de episodios históricos, documentados, en los que el propio director participó cuando era joven y rabiosamente revolucionario frente a la feroz tiranía nazi. En este sentido El ejército de las sombras es una creación minuciosa, lenta, preciosista, en la que la valentía de sus protagonistas se permite la exhibición de sus debilidades, sus temores, sus traiciones, y a veces su crueldad, mostrado todo con la caligrafía admirable de un creador pero también con el dolor sin ambages de quien ha sufrido en su propia piel la persecución, el arrojo y el implacable dominio del odio a la hora de perseguir y ajusticiar a los traidores en tiempos feroces. Nada de héroes en manos de milagrosas aventuras: siempre hombres con altos y bajos, valentía y temores, ingenio y torpezas en un entorno de lo más especial, ya que personajes y situaciones se basan en hechos reales. Con pocos efectos especiales, Melville construye un relato de pesadilla, en el que la única seguridad es la muerte. Pudiésemos hablar de los protagonistas como héroes, pero, ¿puede es verdaderamente un héroe aquél que trata cada día con frialdad el morir o matar? Los soldados de este ejército de sombras se mueven en la absoluta incertidumbre, entre el ahora o nunca, el suicidarse o en el ser fusilado...

Los actores no pudieron ser mejor elegidos. Todos componen creaciones inolvidables. La película se ve con gran interés y deja un sabor amargo, un cierto dolor que invita a debates y reflexiones profundas en torno al coraje que se necesita para ser coherente con lo que se piensa, tanto en tiempos comunes y corrientes como en los difíciles tiempos que narra esta historia. Si todo el reparto es sobresaliente, quiero destacar con especial emoción la admirable participación del italiano muerto en París, Serge Reggiani: breves minutos en los que personaje y actor logran una simbiosis que pone la piel de gallina. Pero por supuesto, Lino Ventura y Simone Signoret se llevan la palma en un elenco en que todos parecen esforzarse más que de costumbre, como si fueran conscientes de que participan en un testimonio histórico de manos de un genio del cine.

Además de la historia, otro punto fuerte de la película es su ambientación. La lluvia, la niebla, los paisajes boscosos y los húmedos calabozos le dan a la película un aire gélido y lúgubre. También la música se merece la atención, ya que ayuda a construir una envolvente atmósfera melancólica.

En definitiva, nos encontramos de una verdadera obra maestra del cine creada por un genio en estado de gracia. Un film imprescindible.

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Mandingo

Jueves 11 de Junio

Título original: "Mandingo" (1975)

Dirigida por Richard Fleischer; con James Mason, Susan George, Perry King, Roy Poole, Richard Ward, Ken Norton, Brenda Sykes, Lillian Hayman y otros. Producida por Dino De Laurentiis. Música: Maurice Jarre.

La acción tiene lugar en la plantación Falconhurst (Louisiana), en torno a 1840, antes de la Guerra Civil. Narra la historia de Warren Maxwell (James Mason), propietario esclavista de una plantación y, a la vez, tratante de esclavos, que los explota inhumanamente, los dedica a luchar en espectáculos públicos, fomenta la natalidad de las mujeres para vender los bebés a precios de mercado muy ventajosos, los somete a abusos sexuales, les inflije castigos físicos y mutilaciones y dispone de sus vidas como si fueran animales de granja. Deseoso de tener un nieto, arregla el matrimonio de su hijo Hammond (Perry King) con Blanche (Susan George), hija del propietario de una plantación vecina. La unión de ambos provoca una cadena de incidencias dramáticas.

La película ofrece una visión brutal del trato que recibían los esclavos en las plantaciones del Sur de EEUU antes de la Guerra Civil. La obra levantó una amplia polémica, protestas y críticas, que fomentaron su éxito comercial, pero determinaron su olvido progresivo hasta el punto que en los años 90 del XX sólo se pudo encontrar una copia de la película. Muchas descalificaciones se focalizaron en los desnudos frontales, las relaciones interraciales de amor y sexo, las relaciones incestuosas entre blancos, la ninfomanía de Blanche y otros aspectos más relacionados con el mundo de los prejuicios que con el análisis de la obra, calificada por algunos como "una bocanada de aire fresco", reflexiva, crítica y desmitificadora de la historia esclavista americana. Son destacables la escena del linchamiento de un sirviente colgado de los pies, la fría administración de un vaso de brandy con estricnina, el rechazo de Blanche por no llegar virgen al matrimonio, el castigo mortal de Mede en agua hirviente.

La música, de Maurice Jarre, enriquece la ambientación con melodías de aire sureño muy adecuadas, a las que se añade la canción "Born In This Time", interpretada por Muddy Waters. La fotografía, de Richard Kline, recrea con sobriedad de medios la atmósfera de opresión y crueldad del relato. El guión acentúa los tintes melodramáticos con una denuncia despiadada del trato que recibían los esclavos en casos extremos, pero posiblemente no infrecuentes, especialmente en el ámbito de los tratantes (compradores y vendedores) de seres humanos, una de las actividades de Maxwell. Las interpretaciones se mueven en un gran nivel de credibilidad y verosimilitud. La dirección imprime al relato una grata fluidez narrativa.
Más de tres décadas después de su realización, "Mandingo" emerge como una de esas ignoradas perlas cinematográficas de la primera mitad de aquella década –como The Nickel Ride (El hombre clave, 1974, Robert Mulligan), o The Sugarland Express (Loca evasión, 1974, Steven Spielberg).

Pocas películas pueden ser tan incómodas de ver como esta aportación cinematográfica al terreno de la esclavitud de los negros, que ya de antemano se distancia de las visiones dulcificadas o maniqueas propuestas anteriormente sobre la cuestión. En este caso, la mirada de tinte naturalista y sus personajes son mostrados en la cotidianeidad de sus acciones –eso es precisamente lo que nos importa más-. En la mansión de los Maxwell, será normal que su patriarca –Warren Maxwell (James Mason)- utilice un niño como almohadón para apoyar sus pies en el suelo e intentar trasladarle el reuma que porta. En ese entorno todos saben quienes son los amos y los esclavos. Para los primeros, el que un esclavo sepa leer es motivo de castigo, y las negras se ofrecen como concubinas de los hijos de los propietarios.

Más allá de recrearse en un periodo oscuro de la historia norteamericana, el film muestra una mirada realmente demoledora sobre los bajos instintos de la condición humana, que muy bien podrían aplicarse a nuestros tiempos actualizando condicionamientos de época. Y es que "Mandingo" muestra una galería de personajes realmente despreciables en el terreno de los blancos, pero también cuestionable para unos negros que siguen aceptando con naturalidad su supuesta "inferioridad" al ser tratados como animales. Quizá el gran acierto de la película proceda al ofrecer esa mirada con la suficiente distancia, sin tomar partido por lo que vemos, y de alguna manera intentando reflejar lo que de "cotidiano" tenía esa abominable esclavitud de negros.

De forma paralela el film de Fleischer se beneficia de un cast muy adecuado (donde destacan el veterano James Mason y la inglesa Susan George), y al mismo tiempo propone el acierto de incluir como personaje falsamente positivo a Hammond (muy eficaz Perry King), hijo del dueño. Este siempre se mostrará más condescendiente con ellos, pero no dejaremos de verle disfrutar en las peleas que disputa su mandingo, o haciendo gala de su superioridad de raza en las secuencias finales. Sin duda alguna, la psicología de su personaje es compleja y, sobre todo, definitoria de una personalidad finalmente endeble.

La película, situada probablemente más cerca de la denuncia sin hipocresías que de la exageración, aporta una reflexión a tener en cuenta a la hora de revisar la historia de una lacra que nunca debió existir.

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Este es el tema "Born In This Time" cantado por Muddy Waters con el que empieza la película:

Asesino A Precio Fijo

Jueves 18 de Junio

Título original: "The Mechanic" (1972)

Dirigida por Michael Winner; con Charles Bronson, Jan-Michael Vincent, Keenan Wynn, Jill Ireland, Linda Ridgeway y otros.

Sinopsis: Arthur Bishop (Charles Bronson) es un asesino a sueldo que trabaja en un mundo muy particular, un mundo implacable en el cual no se observan las reglas de convivencia y donde un paso en falso puede costarle la vida. Siempre ha trabajado en solitario, pero los años no perdonan y Bishop escoge a un aprendiz (Jan-Michael Vincent) competente y despiadado y le enseña todo lo que sabe. Juntos forman un equipo de asesinos sin igual dispuestos a viajar... hasta que la crueldad del alumno provoca un inevitable enfrentamiento entre ambos.

Antecedente directo de la serie "El Vengador Anónimo" que unos pocos años después lanzaría al megaestrellato (y al encasillamiento) al tandem Winner-Bronson, Asesino a Precio Fijo es un excelente thriller de acción y suspenso, con un gran guión, una excelente performance de Bronson y una brillante narrativa cinematográfica del director Michael Winner, que se destaca en su larga secuencia inicial de 16 minutos sin diálogo.

El film puede ser considerado como existencialista, con protagonistas que han elegido ignorar las reglas comunes de la sociedad y deciden vivir su vida en sus propios términos. Este tinte existencialista se hace evidente sobre todo en la segunda parte del film y le da un aire diferente que lo distingue de una película de acción corriente. Eso y su inesperado final.

(Subtítulos: Denise Castello)

Ver escena:

Erase Una Vez En El Oeste

Jueves 25 de Junio

Título original: "C'era Una Volta Il West" (Once Upon A Time In The West) (1968)

Dirigida por Sergio Leone; con Henry Fonda, Claudia Cardinale, Charles Bronson, Jason Robards y otros.

Una verdadera obra maestra del cine y tal vez el mejor Western de la historia. El guión está escrito por Bernardo Bertolucci y Dario Argento, y la dirección es de Sergio Leone, con sublime música de Ennio Morricone.

"Érase Una Vez En El Oeste" es una pelicula llena de personajes de peso, repleta de momentos impresionantes, planos visualmente cautivadores y diálogos perfectos. Entre sus numerosos valores, cuenta con la grandiosidad de sus exteriores y un reparto impresionante: Henry Fonda resulta absolutamente convincente en un papel de malvado, Frank, asesino psicópata y desalmado al que no le remuerde la conciencia tras aniquilar a una familia entera; Jason Robards es el mestizo sobre el que pesa la acusación falsa de la matanza; Charles Bronson es el hombre hierático que recuerda y tratá de imponer la justicia en un mundo que carece de ella, y Claudia Cardinale impone un soberbio e impresionante papel femenino en un mundo de hombres.

Una de las claves de la película es el sosiego, la calma y el tono reflexivo y poético de la narración eminentemente visual y poco dialogada de Leone. El director se tomó su tiempo para desarrollar la trama y los personajes, acrecentando la sensación de exploración de una época: la del cambio y crecimiento de América. Para reflejar estas intenciones en pantalla, Leone hizo uso de todo su talento visual para desplegar una virtuosa lección de manejo de la cámara y prodigioso dominio del tempo cinematográfico. Rodó impactantes escenas de violencia explícita y esteticista junto a monumentales paisajes (el rodaje transcurrió principalmente en Almería y en Monument Valley), destacó escandalosamente la mirada y expresión facial de sus actores (otorgándoles un tratamiento de seres casi míticos, que comunican mediante acciones, poses, silencios y frases lapidarias) y ofreció inolvidables momentos de tensión estirando las situaciones hasta lo imposible.

Resulta impresionante cómo retrata a los personajes mediante primerísimos planos, transmitiendo la dureza de estos hombres (y mujeres) de vuelta de todo, supervivientes de un mundo aún no civilizado y que se rige por la ley del más fuerte.

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