Este ciclo está dedicado a aquellos géneros cinematográficos que por lo general no se ven reflejados en los ciclos de cine-debate o cine arte, como por ejemplo, el cine clásico, el cine bizarro, la ciencia ficción, el cine negro, el erótico, el de terror, el spaghetti western, el blaxploitation, el anime, el cine clase 'b' en general y otros géneros. Dentro de estos subgéneros cinematográficos pueden encontrarse verdaderas joyas cinematográficas, como así también las peores películas de la historia; pero si hay algo que todas tienen en común es su garantía de diversión. Esperamos que lo disfruten.

Los Cínecos



PROGRAMACIÓN AÑO 2014

Historia De Un Detective

Jueves 1 de octubre

Título original: "Murder My Sweet" (1944)

Dirigida por Edward Dmytryk; con Dick Powell, Claire Trevor, Anne Shirley y otros. Basado en el libro "Farewell My Lovely" de Raymond Chandler.

La interpretación en el cine del mítico detective Philip Marlowe ha sido siempre objeto de curiosidad para cinéfilos y amantes del policial negro. Las grandes actuaciones de Humphrey Bogart en “The Big Sleep” o George Montgomery en “The Brasher Doubloon” son confirmaciones de la grandeza con la que este investigador ha sido plasmado en el celuloide. Pero antes que ellos, estuvo el primer intérprete de este polémico detective y fue nada menos que un desgarbado Dick Powell en la película “Murder My Sweet”. Menos duro que Bogart y más ácido que Montgomery, Powell hace de este personaje la representación más fiel en relación a las novelas literarias de su creador Raymond Chandler.

Con una moral fuerte pero ambigua (suena contradictorio pero es el rasgo característico de nuestro héroe), una romántica adicción al bourbon, y una alta resistencia al dolor físico, se nos presenta este enigmático hombre que pasa los días encerrado en su oficina y las noches en clubes nocturnos buscando gente.

Las tramas de Chandler, aquí adaptada al guión por John Paxton, son complejas y aquí nuevamente nos hace vivir en la piel del protagonista esta aventura que por momentos parece una pesadilla.
El director Edward Dymytrick conjuga esta extraña narrativa con un lenguaje visual pocas veces visto para un género donde el diálogo parece llevarse el interés narrativo y la imagen sólo está para crear atmósfera. Al contrario de esta norma, Dimytrick juega con el expresionismo lumínico como un factor determinante a la hora de decir con la cámara.

En cuanto a lo argumental del relato, Marlowe vive en esta ocasión un misterioso enigma compuesto por un triángulo familiar entre padre-hija-madrastra, con una femme fatale terrible y un par de matones que rompen el estereotipo del molde promedio. Sin embargo los elementos más extraños son un gigantón que busca a una corista perdida y un jade robado que nadie parece tener en su poder.

El resultado final de esta película produjo la admiración del mismo Chandler, que vio en Powell una interpretación perfecta del personaje. Esto es curioso porque a priori el director no podía creer que el estudio le haya encomendado el papel a este actor que parecía estar predestinado a realizar solamente comedias musicales. Lo demás es sabido; una fotografía maravillosa que honra al género, un submundo de gente inmoral y el dinero como única motivación de aquellos que quieren aparentar, ascender o simplemente mantenerse vivos en estas junglas de asfalto que fueron las ciudades del siglo XX.
(Información extraída de Otros Clásicos http://otrosclasicos.blogspot.com/2007/05/murder-my-sweet-1944.html)

Ver fragmento:

Peleador Callejero

Jueves 8 de octubre

Título original: "Hard Times" (1975)

Dirigida por Walter Hill; con Charles Bronson, James Coburn, Jill Ireland. Música: Barry De Vorzon.

Esta pequeña obra maestra del director norteamericano Walter Hill ("The Warriors", "Streets of Fire", "48 hrs") es uno de esos filmes que llegan al corazón sin golpes bajos ni ñoñerías. Todo lo contrario: la película se presenta a priori como una más de esos pasatistas divertimentos pochocleros de violencia y peleas, pero desprende una humanidad, ternura y grandeza de espíritu apabullantes.

Charles Bronson, en su papel de solitario vagabundo que se gana la vida con los puños pelados en la época de la depresión en Nueva Orleans, nos regala uno de los mejores papeles de su carrera. Su Chaney es un personaje duro y parco que refleja muchas carreteras recorridas y décadas de sinsabores sobre su curtida piel, pero Bronson, como Clint Eastwood, sabe cómo hablar con la mirada: siempre es mucho más valioso lo que dice con los ojos que con 100 palabras. Su estado físico (algo clave para una película centrada en el universo de las peleas clandestinas) sobresale en forma contundente, y en esto supera con creces al mismo Eastwood. A los 53 años el actor derrocha un auténtico poderío viril que -lejos de asemejarse a los patéticos patovicas de lámpara solar, anabólicos y gimnasios mecánicos del cine actual (recordemos el promocionado film "300" con sus heroicos protagonistas que parecían escapados de un club de strippers)- calza a la perfección con su papel.

A diferencia de otras películas donde las trompadas son vitales, aquí estas se sienten y viven con total realismo (a diferencia de películas como "Rocky" donde su artificialidad termina molestando), lo mismo que ocurre con todos los personajes, nunca caen en la caricatura sino que son pintados como reales seres humanos. Acompaña a Bronson como su pícaro pero autodestructivo manager nada menos que un impagable James Coburn, otro actor infravalorado que viene del corral de los "duros" pero que cuando tañe la cuerda de la simpatía se muestra imbatible. Juntos hacen una dupla inolvidable, aunque no hay que olvidar al gran Strother Martin como un doctor muy sui generis que cuida de las heridas del luchador y compone la tercera pata de un trío inolvidable.

Todo en esta gran película -que podríamos tipificar "para hombres" (pero no machista, que es otra cosa)- es de un nivel notable: los actores secundarios, el guión, la reconstrucción de época, la fotografía, el ritmo y la música.
"Peleador callejero" ("Hard Times" o sea Tiempos Duros en su título original) es un verdadero clásico menor del cine norteamericano de la década del setenta, y no ha perdido nada de sus valores a pesar de no contar con la ausencia total de efectos especiales o trucos computarizados. Una película de las que ya no hay...

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A La Hora Señalada

Jueves 15 de octubre

Título original: "High Noon" (1952)

Dirigida por Fred Zinnemann; con Gary Cooper, Grace Kelly, Kathy Jurado, Thomas Mitchell, Lloyd Bridges.

En la pacífica localidad de Hadlevylle, a las diez y media de la mañana de un domingo, el ex-sheriff Kane se casa con Amy, una joven cuáquera. A punto de emprender el viaje de bodas, llega la noticia de que Frank Miller, un forajido al que Kane ayudó a condenar, ha salido de la cárcel y llegará en el tren de las doce, dispuesto a vengarse. Con gran sentido del deber, Kane decide quedarse y hacer frente a Miller y a sus hombres. Pero sus conciudadanos por los más diversos motivos, le vuelven la espalada...

Una obra maestra del western, dirigida por un artesano como es el fenomenal Fred Zinemann. Con una magistral interpretación a cargo de Gary Cooper, encarnando a ese sheriff que en solitario ha de enfrentarse con los asesinos. Y con 90 minutos interminables, cargados de angustia y desesperación.

La película está narrada en tiempo real, y la historia está planteada como si fuese una película de suspense que culmina magistralmente en el montaje que se produce antes de la llegada del tren a las doce del mediodia. Y es que la unión de los planos de las caras, la del reloj, la de su péndulo, la de las vias del tren, entre otros muchos más, es un soberbio ejemplo de como mantenerlo a uno pegado a la butaca desde el principio hasta el fin sin mover una pestaña.

Cuenta con una fenomenal fotografía en blanco y negro, llevada a cabo por Floyd Crosby ("El hombre con rayos X en los ojos" -"The Man With the X-Ray Eyes"), recreándose en unos primeros planos verdaderamente impagables, y con una magnífica banda sonora a cargo de Dimitri Tiomkin, un hombre que es todo un mito en la música del cine. El tema "High Noon" forma ya parte de la historia.

En cuanto a los actores, están extraordinarios todos, con el ya citado Gary Cooper a la cabeza, secundado con una maravillosa Grace Kelly, y seguidos de un elenco inmejorable: Thomas Mitchell, Katy Jurado, Lloyd Bridge...

En fin, una película sin fisuras, una película mítica para la historia del cine del oeste que también puede apreciarse en otros planos y con otras lecturas ya que encierra también una certera crítica a la sociedad norteamericana de la época (Macartismo) y al "no te metas" generalizado de las sociedades modernas.

"A La Hora Señalada" (También conocida como "Solo Ante El Peligro"), logró en su dia cuatro premios Oscar: Mejor Actor (Gary Cooper), Montaje (Elmo Williams & Harrt Gestard), Musica (Dimitri Tiomkin), y Canción "High Noon"). Y además obtuvo tres nominaciones: Mejor Película, Director, y Guión Adaptado.
(Información extraída de http://pablocine.blogia.com/2007/041301-solo-ante-el-peligro-high-noon-1952-.php)

Este es el tema original de la película, "Do Not Forsake Me", de Tex Ritter:


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A Todo Riesgo

Jueves 22 de octubre

Título original: "Classe Tous Risques" (1960)

Dirigida por Claude Sautet; con Lino Ventura, Sandra Milo y Jean-Paul Belmondo.
Basada en la novela de Jose Giovanni

Un gángster condenado a muerte huye a París con su esposa e hijos después de años de ser fugitivo. Rápidamente comprende que sus viejos amigos no pueden o no quieren ayudarle y en su fuga desesperada debe confiar en extraños. Pero la tragedia le sigue los pasos y -como buen héroe de thriller francés- deberá buscar la forma más honorable de caer envuelto en llamas.

El director Sautet maneja a la perfección el ritmo y a su espléndido elenco, con gran uso de las locaciones, en su mayoría lugares reales.
Protagonizada por dos estrellas de primera magnitud como Lino Ventura y Belmondo, en el film se hace una radiografía sobre la camaradería, la traición, la venganza, la amistad, la ética y el honor.

Brillante muestra del cine negro francés que, en muchos aspectos, recogió temas y personajes que a su homónimo hollywoodense nunca le interesaron.

"A todo riesgo" se estrenó conjuntamente con "Sin aliento", siendo esta última la película que se llevó toda la fama en su momento -ambas con un notable y joven Belmondo en el reparto. Pero la película de Sautet fue un clásico poco reconocido e igualmente revolucionario, al cual el paso del tiempo no hizo más que agigantar dando su justa dimensión y opacando a aquella y a otras realizaciones contemporáneas.

Sautet renovó el género como lo hizo Tourneur, profundamente, lo cual se advierte desde la genial primera secuencia en la estación de trenes. Infundió a sus escenas de acción con absoluta autenticidad, dándole un increible sentido de realismo que le ganó la admiración del gran Robert Bresson.

La importancia de los lazos y sentimientos familiares primarios es lo que separa y distingue a "A Todo Riesgo" de cualquier otra película de gangsters de su tiempo. Las escenas de Davos (Ventura) con sus hijos transmiten una enorme ternura y calidez, y añade un intenso dramatismo a la historia.

Sautet deja de lado todos los clichés del género y contrariamente a Jean-Pierre Melville, que se inspira directamente en el imaginario del cine negro americano clásico, le da nueva vida bajo su propia perspectiva.

Por supuesto que detrás de este film subyace la pluma de un monstruo como José Giovanni, novelista y guionista autor de clásicos como Le Samouraï, Le Trou o Le Deuxième Souffle; un ex presidiario que conocía el submundo del hampa de primera mano.

Según el mismo Giovanni, esta fue la mejor adaptación al cine de todos sus libros. No tiene ni una sola escena en nightclubs, evitando todos los lugares comunes del género. Y tiene mucho más corazón incluso que "Le Deuxième Souffle".

Para finalizar, nada mejor que una cita del gran director francés Bertrand Tavernier, quien al referirse a esta película escribió lo siguiente: "Es un film que me hace querer abrazar a sus realizadores y convertirme en su amigo."

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Classe tous risques 1960

HWY: An American Pastoral

Jueves 29 de octubre
(a las 18 hs como siempre)


Título original: HWY: An American Pastoral (1969)

Una película experimental de Jim Morrison, en la cual se encuentran muchos de los elementos de su imaginario, como el desierto y el asesino.

Es considerada como el antecendente del llamado cine independiente americano, anticipándose en casi dos años a "Busco mi Destino" y con ecos de lo mejor del cine de autor europeo de la época, como Godard y Antonioni.

Subtítulada al español por Denise Castello y Marcelo Gobello.

Ver fragmento:



Este es el tema de la película, "Bald Mountain", que viene en el disco "The Paul and Georgia Album"


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Andy Warhol's Exploding Plastic Inevitable

Jueves 29 de octubre · 19 hs. (a continuación de "HWY: An American Pastoral")

Título original: "Andy Warhol's Exploding Plastic Inevitable" (1967)

Cortometraje dirigido por Ronald Nameth; con John Cale, Angus MacLise, Gerard Malanga, Lou Reed, Nico, Ingrid Superstar. Música de The Velvet Underground.

Una pieza musical sobre un concierto de Nico y la Velvet Underground y sobre las potencias formales del cine: los colores, la velocidad, las sobreimpresiones...

Los dos años de relación entre Andy Warhol y la banda The Velvet Underground determinaron de forma significativa la relación entre el arte de vanguardia y la música rock, por eso ocupan un espacio destacado en la historia del mismo. A mediados de los años sesenta, el estudio de artistas conocido como la Factoría (the Factory) se había convertido en el epicentro de la cultura underground de Nueva York; tantos mundos distintos convergieron en la Factoría que sólo fue cuestión de tiempo para que Warhol conociera a The Velvet Underground. Sin embargo la relación de Warhol con la música no era nueva y desde los años 50 colaboraba con el sello especializado en jazz Blue Note diseñando más de 20 portadas de discos para músicos como Johnny Griffin o Kenny Burell. Por otra parte en los sesenta había entablado amistad con varios músicos vanguardistas como La Monte Young y Marian Zazeela, que más tarde trabajó con el futuro componente de The Velvet Underground, John Cale, así como con el artista conceptual Walter De Maria, el cual tocó en una primera formación de la Velvet Underground con John Cale y Lou Reed llamada The Primitives.
Pero según parece fue el asistente personal de Warhol, Gerard Malanga, quien pondría en contacto al artista con The Velvet Underground, cuya música ya presentaba una audaz combinación entre instrumentación experimental y letras sobre los aspectos más sórdidos de los bajos fondos de Nueva York, algo que contrastaba de modo notable con el escapismo pastoril de la generación hippie coetánea.
Las extravagantes danzas improvisadas que Malanga efectuaba acompañado con un látigo en los conciertos de The Velvet impulsaron a Warhol a utilizar a la banda en unos espectáculos multimedia presentados bajo el título Andy Warhol’s Exploding Plastic Inevitable. Enfundado en unos apretados pantalones de cuero negro Malanga fue tambien el inspirador estético de un joven músico de Los Angeles que quedó fascinado con su imagen S&M (sadomasoquista): Jim Morrison, cantante de un grupo nuevo llamado The Doors.

El Exploding Plastic Inevitable tuvo sus comienzos en un evento organizado en 13 de enero de 1966 en una cena para la Sociedad de Nueva York para la psiquiatría clínica. Este evento, llamado "Up-Tight", incluyó las actuaciones de The Velvet Underground y Nico, junto con Malanga y Edie Sedgwick como bailarines.
A veces llamado simplemente Plastic Inevitable, fue una serie de eventos multimedia con actuaciones musicales de The Velvet Underground y Nico, proyecciones de películas de Warhol, y el baile y la actuación de los habituales de la Factory, especialmente la actriz Mary Woronov y Gerard Malanga. El corto de Ronald Nameth fue realizado con las grabaciones de una semana de actuaciones de shows que fueron filmadas en Chicago, Illinois, en 1966.

Tanto para Warhol como para Nameth el EPI es una experiencia, no una idea. El ethos de la vida de estilo pop parece ser sintetizada en este deslumbrante film. Aquí, la forma y el contenido son prácticamente sinónimos, y no hay ningún malentendido con lo que vemos. Es como si la película se hubiera disparado sola y vuelto a montar en una mezcla de fragmentos y prismas. Gerard Malanga e Ingrid Superstar danzan frenéticos con la música de la Velvet Underground mientras que sus imágenes fantasmales se retuercen con creaciones de Warhol que se proyectan en una pantalla detrás.
El aspecto más interesante de la labor Nameth es el uso de la imagen congelada, en generar una sensación de atemporalidad. Stop-motion es literalmente la muerte de la imagen: somos el instante de corte de la ilusión de la vida cinematográfica - la inmediatez de la propuesta - y la imagen se queda relegada al pasado inmóvil, dejando en su lugar un aurea impregna de melancolía. Las fotos del final de Gerard Malanga, sacudiendo la cabeza en cámara lenta y la congelación en varias posiciones, crea una atmósfera fantasmal, un humor intemporal y etéreo que persiste mucho tiempo después mientras las imágenes se desvanecen.