Este ciclo está dedicado a aquellos géneros cinematográficos que por lo general no se ven reflejados en los ciclos de cine-debate o cine arte, como por ejemplo, el cine clásico, el cine bizarro, la ciencia ficción, el cine negro, el erótico, el de terror, el spaghetti western, el blaxploitation, el anime, el cine clase 'b' en general y otros géneros. Dentro de estos subgéneros cinematográficos pueden encontrarse verdaderas joyas cinematográficas, como así también las peores películas de la historia; pero si hay algo que todas tienen en común es su garantía de diversión. Esperamos que lo disfruten.

Los Cínecos



PROGRAMACIÓN AÑO 2014

El Salario del Miedo

Miércoles 6 de junio

Título original: "Le Salaire de la Peur" (1953)

Dirección: Henri-Georges Clouzot
Intérpretes: Yves Montand, Charles Vanel, Peter Van Eych, Folco Lulli, Vera Clouzot, Antonio Centa.
Guión: Henri-Georges Clouzot y Jerome Geromini, basado en la novela de George Arnaud.
Fotografía: Armand Thirard
Música: Georges Auric
Producción: Henri-Georges Clouzot y Raymond Borderie
País: Francia
Duración: 141 minutos

"Me crié en Texas. De niño veía a los hombres marchar a estos trabajos y no volver. Y los que lo hacían, volvían con el pelo blanco y las manos temblorosas, como los viejos. Ustedes no saben qué es el miedo, pero ya lo verán. Y es contagioso como la peste. Y una vez que lo tienen, es para siempre. Adiós chicos. Buena suerte."

Obra maestra del cine francés, escrita y dirigida por Henri-Georges Clouzot (el Hitchcock francés). Está considerada como la mejor o una de las dos mejores obras del autor.

Narra la historia de un grupo de desplazados de todo tipo, que se refugian en una pequeña localidad sudamericana paupérrima, repleta de delincuentes y prófugos, a la espera de encontrar un trabajo. Cerca de allí se encuentra una empresa norteamericana que explota un campo de pozos petrolíferos. El incendio de uno de ellos obliga a la empresa a planear una operación destinada a sofocar el incendio con una carga de nitroglicerina que mueva una masa suficiente de tierra para ahogar el fuego. El explosivo se encuentra a gran distancia del lugar del siniestro, y para realizar el transporte, convocan a los interesados en asumir los enormes riesgos de la misión a cambio de una buena suma de dinero. Entre los que se presentan eligen a los cuatro que de modo más patente carecen de familiares y amigos que puedan hacer reclamos en caso de que vuelen en pedazos.

El viaje, lleno de incidencias, se convierte en una odisea de suspense que sumerge al espectador en una pesadilla de incertidumbre, tensión y angustia. La conversación entre las dos parejas de conductores desvela progresivamente la profundidad de las heridas personales, el miedo que soportan, la soledad que padecen, la tragedia de sus historias y la desesperación en la que viven.

La combinación de las penurias del viaje y el desarraigo de los personajes crea un clima terrible, de intensidad y sinceridad inimaginables. La fotografía, de un realismo desgarrado y directo, alcanza cotas magistrales de expresividad. La música, de Georges Auric, aporta un crescendo sobrecogedor que intensifica las sensaciones de horror y compasión. Las interpretaciones de Yves Montand y Charles Vanel son soberbias.

Henri-Georges Clouzot es un genio de la sencillez; la cámara nos muestra siempre lo que tiene que ser visto pero sin llamar la atención. Ahora bien, nos describe las cosas de una manera que las podemos sentir: el barro y la suciedad en las calles, la desesperación, la pobreza, la tensión de llevar una carga de nitroglicerina, donde el menor error significa la muerte.
La esposa del director Vera, en su papel de Linda (la novia de Mario) contrasta en el ambiente puramente masculino de la película. A lo largo del metraje, gradualmente se descubre la verdadera personalidad de cada uno de los personajes.

La filmación comenzó en agosto de 1951 (con unos cincuenta millones de francos de presupuesto) y estaba programada para una duración de nueve semanas. Se localizó en el sur de Francia, el pueblo se construyó expresamente para la película.

Sufrió numerosos problemas, uno de ellos fue la inusual temporada de lluvias de ese año. Los vehículos se atascaban, las grúas caían y los decorados se estropeaban. El director se rompió el tobillo. Yves Montand y Charles Vanel enfermaron después de filmar en una piscina de petróleo crudo y estar expuestos a vapores de gas. Se interrumpió el rodaje seis meses y se terminó en el verano de 1952.

Pocas películas han descrito de manera tan eminente el drama humano de la miseria y el tormento de los desheredados, perseguidos y excluidos.

Premios: Palma de Oro al director y una mención especial a Charles Vannel en el Festival de cine de Cannes, Oso de Oro en el Festival de Cine de Berlín, premio BAFTA (Academia Británica de Cine y TV) a la mejor película, la Cinta azul de Tokio a la mejor película y el premio a la mejor película del Sindicato Francés de Críticos de Cine.


Ver trailer:

El Verdugo

Miércoles 13 de junio

Título original: "El Verdugo" (1963)

Dirección: Luis García Berlanga
Intérpretes: José Isbert, Nino Manfredi, Emma Penella, José Luis López Vázquez, Ángel Álvarez, María Luisa Ponte, María Isbert, Julia Caba Alba
Guión: Rafael Azcona, Luis García Berlanga, Ennio Flaiano
Fotografía: Tonino Delli Colli (B & N)
Música: Miguel Asins Arbó
Producción: Coproducción España-Italia; Naga Films / Zabra Films
País: España
Duración: 87 min.


-Me hacen reír los que dicen que el garrote es inhumano. ¿Qué es mejor, la guillotina? ¿Usted cree que se puede enterrar a un hombre hecho pedazos?
-No. Yo no entiendo de eso.
-Y qué me dice de los americanos. La silla eléctrica son miles de voltios. Los deja negros, abrasados. ¡A ver dónde está la humanidad de la silla!
-Yo creo que la gente debe morir en su cama ¿no?
-Naturalmente, pero si existe la pena de muerte, alguien tiene que aplicarla.

José Luis, empleado de una funeraria, proyecta emigrar a Alemania para convertirse en un buen mecánico. Su novia Carmen es hija de Amadeo, verdugo de profesión. Cuando éste los sorprende a ambos en la intimidad, los obliga a casarse. Ante la acuciante falta de medios económicos de los recién casados, Amadeo, que está a punto de jubilarse, logra convencer a José Luis para que solicite la plaza que él va a dejar vacante, lo que le daría derecho a una vivienda. Presionado por la familia, José Luis acepta la propuesta de su suegro, convencido de que jamás ejercerá tan ignominioso oficio. (FILMAFFINITY)

Isbert ejecuta y se jubila para delirio del espectador, mientras la flaqueza de las piernas de su yerno se convierte en uno de los mejores alegatos contra la pena de muerte jamás vistos en una pantalla de cine. Cruelmente divertida, paradigma del humor negro español, "El verdugo" es, probablemente, la mejor comedia española de todos los tiempos. Isbert, Azcona y Berlanga en estado puro. (Pablo Kurt: FILMAFFINITY)


Cuarenta años después de haber triunfado en el Festival de Venecia, El verdugo sigue siendo "la mejor película del cine español, según la mayoría de los especialistas", asegura Antonio Gómez Rufo en su libro sobre Berlanga. Ricardo Muñoz Suay dijo en su momento que "con El verdugo, Berlanga ha logrado su mejor obra, y probablemente la más importante y significativa de la cinematografía española. La intervención decisiva de Rafael Azcona en el argumento ha conseguido un guión modélico no sólo en cuanto a la construcción, sino a su contenido, más trascendental que en otras ocasiones. Por otra parte, el estilo tremendista, el humor negro, ha fraguado, y el filme, además de ser un alegato contra la pena de muerte, es, sobre todo y en especial, un testimonio de cómo el hombre contemporáneo acaba cediendo a los acontecimientos sociales, que en este caso llevan a su protagonista a ejercer, sin contemplaciones, el asesinato legal".

El verdugo se presentó en Venecia en 1963, cuando Franco acababa de ordenar el fusilamiento del comunista Julián Grimau y la ejecución por garrote vil de los anarquistas Francisco Granado y Joaquín Delgado. Precisamente el Caudillo era entonces conocido en el mundo como "el verdugo", apodo que cobró actualidad con las protestas internacionales ante dichas ejecuciones. De hecho, Berlanga y el equipo de la película fueron recibidos a pedradas por anarquistas italianos que habían creído que, con ese título, la película era una apología de Franco. Contrariamente, las autoridades españolas entendieron El verdugo como "la película más antipatriótica y antiespañola que se hubiera visto jamás", a pesar de su inocente aspecto de comedia. Quisieron incluso impedir su proyección en el festival. El embajador en Roma, Alfredo Sánchez Bella, que años después sería ministro de Información y Turismo, hizo cuanto pudo para prohibirla. "La película me parece uno de los más impresionantes libelos que jamás se hayan hecho contra España; un panfleto político increíble, no contra el régimen, sino contra toda una sociedad. Es una inacabable crítica caricaturesca de la vida española", proclamó al principio, para más tarde, al comprender que no iba a lograr su objetivo, darle otro giro a su estrategia: "Esta película muestra hasta qué punto son infundados los ataques que se hacen contra el régimen español: se ha dicho que basta cualquier discrepancia para sufrir persecuciones y hasta ser ajusticiados. Pues bien, vean cómo en la España actual se pueden realizar películas como ésta, que no podría tolerar sin protesta ni siquiera el Estado más liberal de cualquier paralelo o meridiano; vean que ni siquiera talento ni originalidad tiene...". Fue entonces cuando Franco dijo en uno de los consejos de ministros la famosa frase sobre el director: "Ya sé que Berlanga no es un comunista; es algo peor, es un mal español".

La crítica y el jurado del Festival de Venecia dieron la espalda al embajador franquista y se inclinaron ante El verdugo, que recibió el premio de la crítica internacional. Más tarde fue igualmente premiada en el Festival de Moscú, y obtuvo asimismo el gran premio de la Academia francesa del Humor Negro. En España, sin embargo, sufrió "bastantes cortes de censura, muy gilipollas algunos", según comentó Berlanga a Manuel Hidalgo y Juan Hernández Les: "Por ejemplo, cortaron todas las veces que el protagonista hablaba de irse a Alemania, y suprimieron el ruido que hacían los hierros del garrote dentro del maletín del verdugo; también cortaron la escena en que los funcionarios de prisiones preparan el garrote". Por si fuera poco, Berlanga supo años después que "un exhibidor tuvo que quitar la película de su cine por presiones de las autoridades. Así se explica que estuviera sólo dos semanas en cartel...". A pesar de esa persecución, El verdugo obtuvo en España el premio al mejor guión del Círculo de Escritores Cinematográficos, y Emma Penella, el de mejor actriz del Sindicato Nacional del Espectáculo.

La idea de la película le surgió a Berlanga a través de la imagen que le había transmitido un amigo abogado cuando le contó su experiencia en una ejecución: un grupo de personas había conducido a rastras a la víctima, una mujer que se resistía, mientras que otro grupo lo había hecho igualmente con el verdugo, al que incluso hubo que inyectar un sedante y prácticamente arrastrar hasta el lugar de la ejecución. Gómez Rufo cuenta "que esta imagen le resultó tan cruel a Berlanga, que hizo la película como un alegato contra la pena de muerte". No obstante, El verdugo es, ante todo, "un filme sobre el proceso que puede conducir a un hombre a abdicar de sus propias ideas e incluso casi de su condición de tal hombre", como aseguró César Santos Fontenla en la revista Nuestro Cine tras entrevistar a Berlanga. Éste le había contado que había pretendido diseccionar "de una forma tímida, porque a través del humor siempre parece que las cosas sean tímidas, un problema a mi juicio fundamental del hombre moderno y de la sociedad actual".
 
Berlanga hubiera querido subrayar más el aspecto de comedia, con José Luis López Vázquez en el papel de verdugo joven, pero exigencias de la coproducción con Italia hicieron que finalmente lo interpretara Nino Manfredi. El resto del reparto, con Emma Penella y el gran José Isbert a la cabeza, respondió a los deseos del autor, logrando con ellos "un óptimo resultado, especialmente de Emma Penella, espléndida de gesto, de voz, de actitud...".
En definitiva, la mejor película del cine español (...).
 (Texto extraído del Diario "El País" de España, de fecha viernes 16 de abril de 2004. Título: "'El verdugo', la obra maestra de Luis G. Berlanga" Enlace: http://elpais.com/diario/2004/04/16/cine/1082066408_850215.html)


Ver escena:

Amanece

Miércoles 27 de junio

Título original: "Le Jour se Lève" (1939)

Dirección: Marcel Carné
Intérpretes: Jean Gabin, Jacqueline Laurent, Arletty, Jules Berry, Arthur Devère, Bernard Blier, Mady Berry, René Génin
Guión: Jacques Viot, Jacques Prévert
Fotografía: Curt Courant, Philippe Agostini, André Bac (B&W)
Música: Maurice Jaubert
Producción: Productions Sigma
País: Francia
Duración: 87 min.


Perseguido por la policía, François (Jean Gabin) se refugia en una casa. Mientras está rodeado, va recordando cómo los conflictivos hechos de los últimos días lo han conducido hasta la apurada situación en la que se encuentra; su pasión por la florista Françoise (Jacqueline Laurent), su compleja relación con la prostituta Clara (Arletty) y el asesinato de Valentin (Jules Berry), un extraño personaje relacionado con ambas mujeres. (FILMAFFINITY)


"Le jour se léve" ("Amanece") fue una de las últimas grandes películas francesas de los años treinta. Englobada dentro del movimiento conocido como realismo poético, fue estrenada justo antes del estallido de la guerra en Europa. Poco después, Marcel Carné y su guionista, el poeta Jacques Prévert, fueron acusados de pesimismo y sus películas fueron prohibidas rápidamente por la censura militar que decía en 1940: "Si hemos perdido la guerra, es por culpa de mensajes como el de 'Quai des Brumes' ('El muelle de las brumas')". A lo que Carné respondió: "No se puede culpar a un barómetro de la tormenta".

"Le jour se lève" fue, si es posible, aún más oscura que su predecesora. Desde el primer minuto el antihéroe, un hipnótico Jean Gabin, está condenado al fracaso, su destino ya está sellado, porque la tragedia ya ha ocurrido. Esto sirve a la dupla Carné/Pévert para estructurar el guión en sucesivos flashbacks, introducidos mediante largos encadenados, que llenan el relato de amargura y fatalismo. Fue un recurso considerado demasiado moderno para la época, por lo que la productora insistió en repartir folletos entre el público para avisar de la existencia de los mismos y evitar confusiones. Dos claros ejemplos de la influencia posterior de esta estructura narrativa en el cine negro americano se pueden apreciar en dos obras claves del género: 'Perdición' (Wilder, 1944) y 'Forajidos' (Siodmak, 1946).

En cuanto al reparto, se unen a Gabin el imponente y patético Jules Berry, la lúcida Arletty (musa del director) y la ambigua Jacqueline Laurent, que describen no sólo un atormentado círculo amoroso, sino también un retrato desolador de la clase obrera.

Si la prosa de Prévert, no exenta de un lenguaje sexualmente explícito para los cánones de la época, es fundamental a la hora de dar un aire poético al cine de Carné, el toque realista viene de la mano del mítico director de arte Alexandre Trauner. El retrato de la miseria, las sombras y los bares llenos de humo que ambientan la melancólica resignación del antihéroe es sobrecogedor. Trauner fue el creador de los decorados de "El muelle de la brumas", "El hotel del norte" o "Los niños del paraíso", y tras la guerra se puso al servicio de directores de la talla de Jules Dassin, John Huston o Billy Wilder, con el ganó un merecido Oscar en 1960 por su trabajo en "El apartamento".

Como curiosidad señalar que, debido a la popularidad que adquirió la película en su día, se realizó un remake a la americana llamado 'The long night' (Litvak, 1946), con Henry Fonda en el papel de Jean Gabin y Vincent Price como su antagonista.

Por Roberto Gutiérrez, desde Madrid.
(Publicado bajo el seudónimo de SickBoy en http://www.filmaffinity.com/es/review/57255145.html)


Ver escena:


Le jour se lève 1939 por lesamisdejob

Ver trailer:


Le jour se lève por gotti57