Este ciclo está dedicado a aquellos géneros cinematográficos que por lo general no se ven reflejados en los ciclos de cine-debate o cine arte, como por ejemplo, el cine clásico, el cine bizarro, la ciencia ficción, el cine negro, el erótico, el de terror, el spaghetti western, el blaxploitation, el anime, el cine clase 'b' en general y otros géneros. Dentro de estos subgéneros cinematográficos pueden encontrarse verdaderas joyas cinematográficas, como así también las peores películas de la historia; pero si hay algo que todas tienen en común es su garantía de diversión. Esperamos que lo disfruten.

Los Cínecos



PROGRAMACIÓN AÑO 2014

Kiss Contra Los Fantasmas

Viernes 3 de Abril

Título original: "Kiss Meets The Phantom Of The Park" (1978)

Dirigida por Gordon Hessler; con Peter Criss, Ace Frehley, Gene Simmons, Paul Stanley, Anthony Zerbe, Carmine Caridi, Deborah Ryan, John Dennis Johnston, John Lisbon Wood, Lisa Jane Persky. Producida por Hanna-Barbera Productions y Kiss Productions.

El parque de diversiones más grande de Estados Unidos tiene ideado para sus próximas semanas dar una espectáculo increíble: la mejor banda de hard rock tocará para un millón de fanáticos. Estamos hablando de Kiss. Este acontecimiento trae problemas para un científico loco que trabaja en el parque, ya que la banda interrumpe du proyecto secreto para crear robots que suplanten las actividades humanas. Esto provoca la ira del científico y no le queda más remedio que fabricar unos demoníacos robots con la imagen de Kiss para destruirlos. Pero el científico no contaba con los súper poderes del Chico Estrella, el Demonio, el Chico Espacial y el Gato (Sí, poderes, ¿y qué?). Mediante unos talismanes pueden tener fuerza sobrenatural, desaparecer, tirar rayos rojos de una calidad Maniac Mansión 1, y un montón de trucajes muy graciosos. El científico se pone de la nuca y los Kiss lo ponen en su lugar, pero antes tocan un par de temas, luchan contra ridículos enemigos y demuestran que bajo el maquillaje hay cuatro hombres de buen corazón.

Gene Simmons, gran fan de los Beatles pensaba que si los cuatro de Liverpool tenían sus películas, ¿por qué no KISS? Y de esta manera, sin pensar demasiado en un guión ni nada, se inició el proyecto. El film, dirigido por Gordon Hessler, era una producción de Hanna-Barbera (la de los dibujos animados) para la NBC, iniciándose el rodaje en mayo de ese año en California, en el Parque de Atracciones Magic Mountain.
Ni que decir tiene que la película, emitida en la NBC, nunca en cine, fue un gran éxito, siendo el segundo programa de mayor audiencia de la cadena ese año. No pudo con Noche de fiesta, claro. Por cierto, que el título es engañoso. En la película no aparece ningún fantasma. En la Argentina si se estrenó en cines, con el agregado de unos clips de la época de "Dinasty".

En el film, aparte de los cuatro miembros originales de KISS, aparecía Anthony Zerbe haciendo de malvado científico. Entre sus múltiples películas, es posible que le hayas visto en Star Trek: Insurrección, La zona muerta o ¡Asteroide!. También salía Lisa Jane Persky (El increíble Hulk) como Dirty Dee, una alborotadora convertida en secuaz del villano. En cuanto al rodaje, fue un pequeño desastre, sobre todo debido a la desgana de Ace y Peter. De hecho, por lo que se cuenta, en la mayoría de los planos quienes aparecen en pantalla son unos dobles. Ace se dedicó a ir a las Vegas a gastarse la fortuna que había ganado con el grupo y Peter estuvo muy entretenido con Debra Jemsen (una ex conejita de Playboy).

La película tiene dos grandes momentos, igual de ridículos. Se trata de dos escenas de peleas. En el primer caso, vemos a KISS enfrentándose a toda una galería de enemigos enviados por el malvado científico: una especie de hombres gato blancos, karatekas, samurais y por si todo eso fuera poco, monstruos de toda la vida, los típicos de la Universal: Drácula, Frankestein, el hombre lobo, la momia... Es alucinógeno contemplar a Gene Simmons forcejeando con Frankestein o Ace Frehley haciendo desaparecer a un hombre gato blanco. Aunque absurda y sin sentido, no tiene precio observar estas imágenes más propias de un cómic de serie Z que de una película.
El segundo momento a destacar es aquel en el que KISS se enfrenta a sus dobles. El malvado científico había logrado atrapar a los cuatro miembros y los había suplantado por réplicas mecánicas que cambiaban la letra de las canciones.
Al final, claro, vencen los KISS originales (aunque, ¿cómo saberlo?), tocan Rock and roll all nite, liberan al novio de la chica y todos son felices. Poco antes hemos podido ver a Peter cantando frente a una fuente su imprescindible Beth.

Musical, terror y entretenimiento familiar podrían haberse agitado en su justa medida y dar como resultado un film con cierta gracia, pero sin embargo, Kiss meets the phantom of the park fue una película de lo más embarazosa. Posiblemente, si los miembros del grupo (Gene Simmons, Paul Stanley, Peter Criss y Ace Freheley) se hubieran parado a pensárselo dos veces, no habrían aceptado entrar en esta locura. Se la vendieron como una especie de Star Wars , un taquillazo seguro. Pero ni el presupuesto ni el talento del director podían acercarse a nada de eso, los efectos especiales son sonrojantes, las actuaciones, bien, ¿qué se puede esperar como actores, de cuatro rockeros egocéntricos, la mitad -Criss y Freheley- borrachos y yonquis, y la otra mitad -Paul y Gene Simmons- demasiado endiosados como para ver la realidad?
Para morirse de risa.

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Supervixens

Viernes 17 de Abril

Dirigida por Russ Meyer; con Shari Eubank, Christy Hartburg, Charles Napier y Uschi Digard.

Sinopsis: Harry Sledge, un policía sádico, mata a la novia de Clint (el protagonista) inculpándolo y haciéndolo escapar por el desierto californiano, que es donde se desarrolla esta historia. En su fuga, Clint se consigue con unas cuantas mujeres que lo acosan sexualmente y le causan más problemas de los que ya tiene. Luego de estar escapando por unos días, conoce a SuperVixen (todas las mujeres de esta película tienen el calificativo "Super" antes del nombre) y se enamora. Todo va bien hasta que aparece otra vez Harry el policía quien, al más puro estilo asesino de la PM, se obsesiona con torturar y matar a la feliz parejita. Al final puede que consiga o no su objetivo.

Un film de Russ Meyer significa asistir a una suerte de cartoon de ritmo endiablado, con mujeres que desafían las leyes de la naturaleza con pechos descomunales y hombres convertidos en rednecks paletos. Su receta es una brillante mezcla de violencia, humor y sexo. Cine original y atrevido, Russ Meyer nos alegra la vista con una soltura con la cámara y el montaje que lo sacan del paquete de cine psicotrónico de serie Z para postrarlo en la mesa de disección del cinéfilo sin prejuicios. Las primeras experiencias de Meyer con la cámara datan de 1942, cuando cuenta con poco más de dieciocho años, y se enrola en el ejército USA, donde se encarga de filmar combates en primera línea durante la Segunda Guerra Mundial. Su primer film en 1959, "The immoral Mr. Teas" es considerado por muchos el primer porno del cine americano. La afirmación resulta algo exagerada, pero lo cierto es que esta soft-core movie está repleta de chicas malas delineadas por un espectacular perímetro y fáciles de desnudar. No hay duda de que el estilo Meyer ya estaba constituido en esta ópera prima. Otras películas de la primera época del director son "Motor psycho" (de motoqueros, aquí no hay chicas), o la mítica "Faster pussycat! Kill! Kill!" de 1965 -que también pasaremos más adelante en el ciclo), espectacular película, un caos de violencia, desierto, gasolina y Tura Santana, el icono definitivo del cine de Meyer. Con este film, Meyer entra en los círculos de arte y ensayo y, veinticinco años después, será copiado, según algunas fuentes, por Ridley Scott en "Thelma y Louise" (1991), aunque el director de "Alien" lo haya negado siempre.

En los setenta, se consagraría el puro estilo de Meyer con este film, "Supervixens". Este es, ante todo, una obra de autor. Meyer produce, dirige, escribe, fotografía y monta la obra, asegurándose de que todo lo que veamos sea obra propia. Meyer rodó "Supervixens" en el desierto de Arizona, alejado de zonas urbanas que miraban con malos ojos el desparrame de sexo que representaban sus rodajes, mientras que para los interiores se trasladaron a Hollywood. El casting sigue la línea auteur del resto de su producción, con chicas cuidadosamente escogidas y procedentes del mundo de las strippers. Russ Meyer, alabado por directores de los llamados "serios" como por ejemplo Martin Scorsese, se convierte con este film en una especie de "Fellini rural", como lo han llamado algunos, creador de una rama de la sexploitation que nadie ha sabido practicar con tan satisfactorios resultados.

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