Este ciclo está dedicado a aquellos géneros cinematográficos que por lo general no se ven reflejados en los ciclos de cine-debate o cine arte, como por ejemplo, el cine clásico, el cine bizarro, la ciencia ficción, el cine negro, el erótico, el de terror, el spaghetti western, el blaxploitation, el anime, el cine clase 'b' en general y otros géneros. Dentro de estos subgéneros cinematográficos pueden encontrarse verdaderas joyas cinematográficas, como así también las peores películas de la historia; pero si hay algo que todas tienen en común es su garantía de diversión. Esperamos que lo disfruten.

Los Cínecos



PROGRAMACIÓN AÑO 2014

Los Inútiles

Jueves 12 de agosto

Título original: "I Vitelloni" (1953)

Dirigida por Federico Fellini; con Alberto Sordi, Franco Fabrizi, Franco Interlenghi, Leopoldo Trieste, Leonora Ruffo, Lida Baarova. Música: Nino Rota. Guión: Federico Fellini, Tullio Pinelli, Ennio Flaiano. (90 min.)

En una pequeña localidad costera italiana del Adriático, donde todo el mundo es amable y cortés, sus habitantes se afanan en el trabajo. Pero hay cinco jóvenes que rompen la armonía de la comunidad. Ninguno ha trabajado nunca, y ninguno se avergüenza de ello.

Una grandísima película que no goza de la fama que merece, quizás por haberse realizado en los inicios del autor y tener un tono bastante diferente a esas otras obras que realizó en su plenitud ("Amarcord", "Casanova", "Roma"...)

Con una evidente carga autobiográfica, Fellini nos cuenta (en esta, su tercera película) la vida de unos jóvenes de provincia y nos retrata su hastío y tedio. Unos jóvenes ociosos que no hacen nada para trabajar ni ganarse la vida, viven de sus familias y a los que sólo les interesa ir con los amigos y las mujeres. Un cine moral y humanista pero no por ello menos personal.

La película está vertebrada por una historia principal, la del joven matrimonio, y a su alrededor van apareciendo episodios en los que vemos al resto de personajes (y el estancamiento en que están sumidos). Ese núcleo principal es lineal en su desarrollo mientras que el resto de situaciones tienen muchas veces el ritmo de recuerdos (no siempre, también hay subtramas construidas de forma “normal”), como si Fellini los reconstruyera siguiendo los fogonazos caprichosos de la memoria. Ahí cobra importancia la voz en off del narrador, una extrañísima voz que plantea dudas sobre su origen (¿es el hermano de Sandrina o es el propio Fellini?).

Se trata de una comedia agridulce, de un Fellini arrimado, aún con sus ideas, al neorrealismo, con brotes de su cine burlesco y satírico, pero sin el barroquismo escenográfico ni de ideas al que llegara después. Teniendo en cuenta que el cine más personal y profuso de Fellini se caracteriza por el uso de tramas oníricas y turbadoras, esta película se desmarca en buena parte de dichas características. Es una película de sencilla factura, notable y suficientemente relevante dentro de la filmografía de su genial autor.
De entre todos los actores sobresale la grata presencia de un muy joven Alberto Sordi que dota de mayor sarcasmo y gracia al film. Una mención especial para la excelente música de Nino Rota.

Como guión es quizás el mejor construido de Fellini, y uno de los más complicados. Cada uno de los personajes tiene su espacio, su pequeña historia que lo individualiza; Y todas se alternan de un modo muy preciso. El grupo de todos ellos es un personaje más, que deambula por los rincones de la ciudad intentando vivir las pocas posibilidades que le brinda. Y por último, la ciudad, plasmada como un envoltorio monótono y entrañable al mismo tiempo.

Nominada al Oscar como Mejor Guión Original.


Ver fragmento: (la famosa escena del corte de manga)


Otra escena:


Trailer publicitario:

El Espía Que Surgió Del Frío

Jueves 19 de agosto

Título original: "The Spy Who Came In From The Cold" (1965)

Dirigida por Martin Ritt; con Richard Burton, Claire Bloom, Oskar Werner, Peter van Eyck y otros. Basado en una novela de John Le Carré (112 min.)

El agente secreto británico Alec Leamas, lleva un tiempo dedicado a misiones poco importantes, pero no desea abandonar la clandestinidad para ocupar un despacho oficial. Un poco desanimado, se hace cargo de una misión muy arriesgada en la Alemania del Este, donde debe volver a enfrentarse a su gran adversario Mundt.
Para dar credibilidad a una ficticia deserción, Leames finge todo un proceso de degradación personal de difícil control, emborrachándose y desacreditando a sus jefes hasta conseguir ser expulsado de la agencia de inteligencia británica, para lograr entrar en los círculos de espionaje de la Alemania del Este.

La película muestra de modo creíble, realista y descarnado, el mundo del espionaje que imperó en Europa en los años de la Guerra Fría, donde los métodos de los servicios secretos de los países occidentales eran tan despiadados, crueles e inmorales como los de la URSS y países satélites. El film trasmite una visión oscura y tenebrosa de los hechos que rodean la labor del espionaje y contraespionaje de los dos bloques, alejándose de los habituales clichés del género de espías. De esta manera la obra se convierte en la otra cara de los relatos de espías de la serie de James Bond, que ofrecen una imagen de juego limpio, lealtad e incorruptibilidad de los agentes occidentales.

The "Spy Who Came in from the Cold" está basada en la novela homónima de John le Carré -la primera de las suyas que se adaptó al cine. La novela fue escrita en 1963, y rápidamente fue un éxito de crítica y público. Con el auge del cine de espías, en 1965 llegó esta adaptación de la novela a la pantalla grande producida por capitales británicos.

John Le Carré (cuyo nombre real es David John Moore Cornwell), al igual que Ian Fleming, estudió en Eton, fue agente secreto del Mi6 (aunque Le Carré sirvió a la inteligencia británica en plena Guerra Fría como agregado cultural en Alemania (una fachada que duró poco ya que fue destruida por el doble agente Kim Philby al pasarle una larga lista de agentes ingleses y aliados a la KGB en aquella época), y decidió aventurarse en el mundo de la literatura de género tras su paso por allí, convirtiéndose en un escritor de enorme sensibilidad y agudeza. A diferencia del autor de James Bond, Le Carré no inventaría un héroe sibarita y bon vivant, sino una especie de orquestador oscuro en las sombras que resultaría su personaje más conocido: George Smiley. Smiley aparecería como carácter secundario en varias novelas (como "El Espía que Surgió del Frío", donde es testigo y narrador de los hechos acontecidos), y tendría el rol central en otras, como "El Topo", "El Honorable Colegial" o "La Gente de Smiley".

Por esta novela (la tercera en su producción despues de "Llamada Para el Muerto" -llevada al cine por Sidney Lumet- y "A Murder of Quality") Le Carré recibió en 1965 el premio Edgar (The Edgar Allan Poe Awards, popularmente llamados los "Edgars"), a la mejor novela de ficción concedido por la asociación Mystery Writers of America -premio que diez años antes le habían otorgado a Raymond Chandler por "The Long Goodbye".

Por su parte, Martin Ritt logra una excelente adaptación de la novela tratando el mundo del espionaje con mucho realismo, retratando sus existencias grises, clandestinidad, traiciones y vidas austeras, donde todos son meros peones de un juego en el que no deciden. A diferencia que en los filmes de acción, aquí hay menos disparos, explosiones y vértigo y más tensión psicológica. Aquí no hay glamour, ni superhombres entrenados para todo, ni aparatos ultramodernos. En cambio, hay falsedad, conspiraciones, pesimismo y engaños. Se juega al engaño todo el tiempo. Así el director consigue desarrollar la historia con amargo desencanto, verosimilitud y cinismo. No en vano Ritt fue otro de los directores que figuraron en la lista negra de la caza de brujas en EE.UU..

La película tiene un buen reparto, plagado de excelentes secundarios (entre ellos está Bernard Lee -el célebre"M" de Bond), destacando el protagónico del inmenso Richard Burton que aborda su papel de espía desencantado en una de las actuaciones cinematográficas más brillantes de su carrera.

Nominado a 2 Oscar (mejor actor y decoración), ganó 4 BAFTA, 1 Globo de oro y otros premios.

Ver trailer:

Los Desconocidos De Siempre


Jueves 26 de agosto

Título original: "I Soliti Ignoti" (1958)

Dirigida por Mario Monicelli; con Claudia Cardinale, Vittorio Gassman, Marcello Mastroianni, Totò, Renato Salvatori, Memmo Carotenuto, Carla Gravina, Tiberio Murgia y otros. (106 min.)

Simplemente una de las mejores comedias de todos los tiempos. Un film dotado de un guión extraordinario, escrito en parte por el propio director Mario Monicelli, que nos sumerge en mundo de estrambóticos perdedores delincuentes de buen corazón, que tienen la esperanza de que con un robo "científicamente" preparado a una casa de empeño se harán ricos. La historia es un retrato de una época, tallada a base de un humor típico italiano, humor que roza lo absurdo. Está repleta de situaciones hilarantes, ayudado por unos actores en estado de gracia, encabezados por dos monstruos, Vittorio Gasman y Marcello Mastroiani, que nos ofrecen dos perfiles distintos de dos perdedores en tiempos complicados.

Maria Esperanza, en el blog "La Barbarie", comenta que: "Sintéticamente, 'Desconocidos' es un tratado de ética, en el verdadero sentido de la palabra (no en el sentido 'lo que falta en este país es gente con ética'), o sea: cuál es la mejor vida, y cómo vivirla. Esta película pertenece al subgénero 'ladrones sin habilidad que intentan un gran golpe y uno sabe que van a perder', intersectado con el subgénero 'ladrones quieren hacer un último golpe y retirarse'. La película transcurre en Roma, en plena reconstrucción de posguerra. El elenco es sublime y todos parecen divertirse continuamente. Marcello Mastroianni, antes de pasar a aser la efigie hierática de spleen y belleza en que lo convirtió Fellini, se divierte. Toto es Toto. Y el gran, enorme Vittorio Gassman, llena la pantalla, hace slapstick, la pasa bien, enamora a las italianas, y es sin duda el mas grande y hermoso de todos."

El gran especialista argentino Jorge Dana (quien ha realizado documentales sobre el tema) dijo en un reciente reportaje que: "Dino Rissi, Mario Monicelli, Furyo Scarpelli, señalan que para que surja ese producto excepcional en el mundo de la cinematografía fueron necesarios dos factores ligados estrechamente a la cultura italiana. En primer lugar la existencia de un componente dramático -nada ajeno al momento que vivía Italia en el momento de esa producción, la posguerra- tratado con distancia, en registro comedia. Por otro lado un rasgo cultural de los italianos: la capacidad de reírse de sí mismo, posiblemente para adelantarse a los otros."
"Los Desconocidos de Siempre', de Monicelli estaba destinado a ser una parodia del film policial francés 'Rififi', que se llamaría 'Rufufu'. Pero Monicelli decidió que filmaría esa comedia como si se tratase de un film dramático: fotografía en matices de gris de Gianni di Venanzo, decorados austeros, aceras lluviosas, atmósferas de bruma. También se trabajó el relato, la adustez de los personajes originales se tornó en modestia y carencia con visos dramáticos, trabajados en clave de comedia.
Esa es posiblemente la clave de la Comedia a la Italiana: relatar con humor situaciones y sucesos esencialmente dramáticos. 'Los Monstruos' o 'Il Sorpasso', de Dino Rissi, 'Policías y Ladrones' de Monicelli o 'Nos Habíamos Amado Tanto' de Scola son algunos buenos ejemplos."
"En 'Los Desconocidos de Siempre' se producen incluso gestos que podríamos llamar fundacionales -que refuerzan el señalado efecto de equipo-, como el de la presencia de Totó -el viejo actor cómico- junto a Gasman y Mastroianni, jóvenes en la época; en ella el más viejo da una lección a los jóvenes (la famosa secuencia de la terraza). Podríamos decir: una verdadera transferencia generacional."


Ver escena: