Jueves 11 de agosto
Título original: "The Killing" (1956)
Dirección: Stanley Kubrick
Intérpretes: Sterling Hayden, Coleen Gray, Vince Edwards, Jay C. Flippen, Marie Windsor, Ted DeCorsia, Elisha Cook, Joe Sawyer, Timothy Carey, Jay Adler, Joe Turkel, Kola Kwarian, James Edwards, Tito Vuolo, Cecil Elliott, Dorothy Adams, Herbert Ellis, Pary Carroll
Guión: Stanley Kubrick (Novela: Lionel White. Diálogos: Jim Thompson)
Fotografía: Lucien Ballard (B y N)
Música: Gerald Fried
Producción: MGM / UA
País: EE.UU.
Duración: 83 min.
SINOPSIS Johnny Clay, un ex convicto, ha decidido dar el último golpe de su vida: llevarse la recaudación de un hipódromo. Selecciona meticulosamente a los que serán sus colaboradores, y planea la estrategia del asalto con precisión insospechada... (FILMAFFINITY)
"La mejor película de Kubrick (...) Genial guión; Kubrick exprimió el zumo de la imaginación del gran novelista Thompson y logró que escribiese uno de los juegos de geometría cinematográfica más precisos de que hay noticia" (Ángel Fdez. Santos: Diario El País)
El filme narra la planeación y posterior ejecución de un “gran golpe” al hipódromo de Long Island en Nueva York, que dejaría como ganancia un botín de dos millones de dólares durante la celebración de la carrera más importante de la temporada. El protagonista y autor intelectual del atraco es Johnny Clay, un delincuente veterano quien durante los cuatro años de recluído en prisión ha preparado minuciosamente un plan perfecto con el cual piensa retirarse de por vida. Para llevarlo a cabo, ha decidido reclutar a colaboradores no profesionales y evitar de esta forma los errores habituales que se desprenden de esa situación. De hecho, cada uno de sus compinches no sólo sabe poco o nada del otro, sino que tienen un lugar asignado en la compleja operación que Clay ha ideado para saquear las taquillas del hipódromo. A su vez, todos ellos cargan con serios problemas económicos y personales (pérdidas en la bolsa o en apuestas, deudas a prestamistas gangsteriles, una esposa arpía e interesada, una mujer enferma, la soledad, etc.) y esperan solucionar sus preocupaciones y comenzar una nueva etapa con las ganancias del delito.
Stanley Kubrick había filmado anteriormente dos intrigantes relatos; no obstante, fue precisamente este insuperable ejemplo de cine negro, que lo colocó como un creador de respeto, debido a la compleja estructura de relojería que establece. En particular, el uso del espacio y la construcción del tiempo: la utilización constante del flashback, el papel del narrador omnipresente, o las escenas que se repiten para mostrarnos otro ángulo de la situación. Asimismo, su impresionante y ágil ritmo, apoyado en un extraordinario elenco, muchos de ellos figuras o actores de apoyo de filmes policíacos Serie B.
Su notable banda sonora está a cargo de Gerald Fried, quien más tarde musicalizaría decenas de series de TV de culto como: "La ley del Revólver", "La isla de Gilligan", "Viaje a las Estrellas", "El Agente de Cipol", o "Perdidos en el Espacio". Al igual que la fotografía a cargo de Lucien Ballard, el mismo de "Temple de Acero" y varias películas de Sam Peckinpah como "La Pandilla Salvaje" o "La Huída", entre otras.
Kubrick consigue asociarse con el emprendedor productor James B. Harris -más tarde convertido en realizador (Cop, El vigilante)- y adaptar así la novela de Lionel White, apoyado en los diálogos por otro estupendo novelista policiaco hard boiled, Jim Thompson, con la que confirmó su capacidad narrativa y su inclinación hacia la violencia y el desencanto social al narrar los pormenores de un singular asalto millonario planeado meticulosamente por Johnny Clay -estupendo Sterling Hayden-, un ex convicto que ha obtenido su libertad, apoyado por cuatro perdedores: un cantinero, un cajero del hipódromo, un contador alcohólico y un policía endeudado. El relato sirvió a su realizador para romper las convenciones del suspenso al fragmentar el tiempo de manera innovadora superando el simple alarde estilístico para influir directamente en la estructura argumental.
Este film de Kubrick representa uno de los puntos más álgidos del llamado cine negro estadunidense, realizada en un tono muy cercano al documental policiaco, que propone una inquietante visión fatalista del entorno. Al ocaso del antihéroe que se juega la vida en busca de una oportunidad corresponde una iluminación que destaca lo oscuro de sus planes y lo inaccesible de éstos. Rostros iluminados desde abajo produciendo efectos siniestros, escenarios claustrofóbicos o travellings coreográficos en contraste con un montaje vertiginoso y nerviosistas secuencias de acción.
Aquí, todas las situaciones que anteceden al atraco parecen perfectas e infalibles, sin embargo es evidente el tono pesimista del relato y los puntos débiles de sus protagonistas. Ejemplo de ello, la ambición y la amoralidad sexual de la feme fatale, misma que resulta muy explícita en una novela y en una película de los años cincuenta y que encarna de manera formidable Marie Windsor en el papel de Sherry Peatty, una mujer cínica y sensual, de alto voltaje erótico que se aburre con su marido, el más apocado miembro de la banda (el gran Elisha Cook Jr que trabajo en filmes como "El Halcón Maltés", "Dillinger", "Al borde del Abismo" o "La hora del vampiro"/Salem’s Lot). Y es que de manera muy común en el género policial noir, los personajes femeninos se trastocan en víctimas o en victimarias y a su vez, en foco de conflictos.
Atracos, secuestros, pasión, alcohol, homosexualidad latente y sutil, traiciones, y personajes que parecen piezas de ajedrez en el que se describen minuciosos retratos sicológicos de sus personajes al margen de la ley, eclipsados por un pesimismo y un destino implacable. Por encima del interesante trabajo de estructura temporal alrededor del robo al hipódromo, "Casta de Malditos" es sin duda un gran relato de personajes. El espectador conoce los motivos que han llevado a cada uno de los integrantes de la banda a cometer ese atraco: el policía endeudado con un mafioso, el marido que cuida de su esposa enferma, el esposo cobarde que quiere una vida normal con una arpía sedienta de sexo y dinero y a su vez, el protagonista obsesionado con el golpe perfecto en un universo de perdedores como sucede en el impactante final.
Un filme que va acelerando el ritmo y la emoción gracias a la forma en la que Kubrick juega con el tiempo, acelerándolo o deteniéndolo para conducir al espectador a momentos muy concretos de la historia, a la vez que ayuda a situarlo en las escenas clave que nos muestran, los motivos y los errores de los personajes quienes, como en una partida de ajedrez tienen un valor y una trayectoria específica, de ahí, la aparente e inocua secuencia en la que Clay busca al luchador retirado Maurice (Kola Kwariani), precisamente en un club de ajedrez, en dónde éste ofrece consejos a un jugador en relación a la manera de mover las piezas para ejecutar un jaque mate.
Rafael Aviña
Fuente: http://cineclubviena294.wordpress.com/2011/02/25/casta-de-malditos-the-killing-estados-unidos-1956/
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Este ciclo está dedicado a aquellos géneros cinematográficos que por lo general no se ven reflejados en los ciclos de cine-debate o cine arte, como por ejemplo, el cine clásico, el cine bizarro, la ciencia ficción, el cine negro, el erótico, el de terror, el spaghetti western, el blaxploitation, el anime, el cine clase 'b' en general y otros géneros. Dentro de estos subgéneros cinematográficos pueden encontrarse verdaderas joyas cinematográficas, como así también las peores películas de la historia; pero si hay algo que todas tienen en común es su garantía de diversión. Esperamos que lo disfruten.
Los Cínecos
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1 comentario:
Lindos comienzos los de Stanley . Muy bueno tu blog , pasate por el mio a ver que te parece , http://lyanocalavera.blogspot.com/ , gracias :):
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