Este ciclo está dedicado a aquellos géneros cinematográficos que por lo general no se ven reflejados en los ciclos de cine-debate o cine arte, como por ejemplo, el cine clásico, el cine bizarro, la ciencia ficción, el cine negro, el erótico, el de terror, el spaghetti western, el blaxploitation, el anime, el cine clase 'b' en general y otros géneros. Dentro de estos subgéneros cinematográficos pueden encontrarse verdaderas joyas cinematográficas, como así también las peores películas de la historia; pero si hay algo que todas tienen en común es su garantía de diversión. Esperamos que lo disfruten.
Dirección: Jean Renoir
Intérpretes: Jean Gabin, Pierre Fresnay, Erich von Stroheim, Dita Parlo, Marcel Dalio.
Guión: Jean Renoir, Charles Spaak
Fotografía: Christian Matras
Música: Joseph Kosma
Producción: Albert Pinkovitch, Frank Rollmer
País: Francia
Duración: 114 min.
"La Gran Ilusión" es una película francesa dirigida en 1937 por Jean Renoir, rodada entre febrero y mayo de 1937. Es considerada una obra maestra absoluta del cine y una de las mejores películas de todos los tiempos, además de ser la primera de las obras maestras del director Jean Renoir. Estuvo censurada por Italia antes de la guerra; en Bélgica ni siquiera se llegó a estrenar, y fue nombrada enemiga cinematográfica Nº1 por el Ministro de propaganda alemán, Goebbels.
La película cuenta la historia de un grupo de prisioneros franceses de distintos orígenes en un campo de concentración alemán durante la Primera Guerra Mundial, y como fondo muestra las diferencias sociales existentes en Europa antes de dicho conflicto, así como las consecuencias que devendrían posteriormente a dicha guerra.
Magnífico el trabajo de Jean Gabin, Pierre Fresnay y Erich von Stroheim en este film inolvidable.
Nominada al Oscar como Mejor Película, y ganadora de numerosos premios a la Mejor Película por parte del Consejo Nacional de Crítica de Cine de los Estados Unidos, el Círculo de Críticos de Nueva York y el Festival de Venecia.
Dirección: Valerio Zurlini Intérpretes: Vittorio Gassman, Jacques Perrin, Giuliano Gemma, Helmut Griem, Philippe Noiret, Jean-Louis Trintignant, Max von Sydow, Fernando Rey, Francisco Rabal, Laurent Terzieff Guión: André G. Brunelin, Jean-Louis Bertucelli (Novela: Dino Buzzati) Fotografía: Luciano Tovoli Música: Ennio Morricone Producción: Coproducción Italia-Francia; Cinema Due / France 3 Cinéma País: Alemania Occidental, Francia, Italia Duración: 140 min.
Miembros de un ejército de difícil filiación esperan a lo largo de los años un ataque de los tártaros. Están tácitamente encerrados en la fortaleza de Bastiano, una construcción rodeada por los restos de una ciudad destruída y calcárea que limita con el desierto; "con la nada", como precisa uno de los personajes, pero que está estratégicamente situada para defender el paso de un inmenso y legendario desierto. Habitan un espacio casi mítico, alejado de la historia, del tiempo y del espacio, esperando que algo suceda entre la rigidez de las normas militares y la soledad absoluta y repetitiva de un lugar que está casi fuera del mundo. La vida de la guarnición se desarrolla en medio de patrullas, sesiones y discusiones sobre tácticas de batalla, mientras esperan que el ataque de un enemigo que nunca llega pueda justificar su presencia allí.
La historia se centra en el joven Giovanni Drogo, quien poco después de su ingreso en la fortaleza pretende abandonarla, intentando conseguir un certificado médico que lo releve, pero luego decide quedarse esperando el momento de que le lleguen las glorias militares, la lucha, la guerra...
Las grandiosas tomas del inmenso desierto, las montañas y la extraña ciudad abandonada, que parece contener algún misterio de tiempos pasados, todo contrasta terriblemente con el destino de los hombres: sólo basta con ver sus ridículas ceremonias, su férrea disciplina militar, su absurda e irrisoria carrera en medio del olvido, mientras lo sacrifican todo -salud, juventud, familia, amigos- por un ideal militar: liderar la defensa contra el ataque de un enemigo al que nadie jamás ha visto.
Los personajes están repletos de emociones reprimidas y confusión interior; el fuerte es una metáfora de su prisión espiritual y el enorme desierto es un recuerdo de sus miedos y aspiraciones perdidas a través de años y años de rutinas repetitivas que terminan convirtiéndose en sus vidas, mientras esperan que algo extraordinario les dé algún sentido a sus existencias.
La arena del desierto, la artificialidad de la vida militar dentro de la fortaleza, los rituales y los uniformes, los miedos inconfesados, las amistades y enemistades entre los oficiales, la autoridad que casi nunca explica sus decisiones, los recuerdos a medias de sus vidas pasadas, y el presentimiento siempre presente creado por las sombras del desierto, sombras que a veces generan visiones de una amenaza indefinible; una amenaza aplazada e inconcreta, pero obsesivamente presente.
Valerio Zurlini y su productor-protagonista Jacques Perrin fueron fieles a la novela, llevando a la pantalla una de las obras maestras de la literatura más abstractas, metafóricas y depresivas del siglo XX (además de ser una de las pocas novelas admiradas por Jorge Luis Borges). Con un reparto excepcional, Perrin está perfecto y convincente en su papel de Drogo, el joven oficial que espera y espera por algo que no sucede: el ataque de los tártaros simboliza todo aquello que anhela pero que tal vez cuando llegue sea demasiado tarde. Valiente, orgulloso y con grandes expectativas, el héroe se va volviendo cada vez más débil y fracasado bajo el peso implacable de los años.
Acompaña un reparto excepcional: Vittorio Gassman como el coronel Filimore, un hombre experimentado e inteligente que contrasta con el Mayor Mattis (Giuliano Gemma), un fanático de las reglas y el orden; Max Von Sydow en una de las actuaciones más brillantes de la película interpretando a Hortiz, un oficial veterano que espera de que llegue el ataque tártaro les cambie la vida; junto a Jean-Louis Trintignant, Francisco Rabal, Fernando Rey, Philippe Noiret y Helmut Griem.
La impresionante fotografía es realzada por la música de Ennio Morricone, ambas ayudan a retratar el paisaje onírico, inexorable y sobrecogedor que envuelve a este inolvidable y único film.
Dirigida por Gérard Oury; con Bourvil, Louis de Funès, Claudio Brook y Terry-Thomas.
Las peripecias de tres aviadores británicos abatidos a cañonazos sobre el cielo de París son el punto de arranque de una comedia desopilante sobre la ocupación alemana de París. Una comedia que, curiosamente, fue la primera sobre el tema de la segunda guerra mundial que se estrenó en Alemania y que, siguiendo con las curiosidades, cuenta con el hijo de Michelle Morgan, compañera de Oury, en el papel de McIntosh y la participación como guionista de la hija de Oury, Danièle Thompson, quien se convertirá en habitual en los films de su padre.
La Grande Vadrouille es uno de los grandes logros cómicos del cine francés. Una magnífica comedia de acción, tuvo hasta hace muy poco la distinción de ser la película más popular de la historia en Francia. Su venta en taquilla de más de 17 millones de entradas sólo ha sido superado por Titanic en 1997. El éxito fenomenal de esta película es un logro notable, dado que la película trata de uno de los períodos más desafortunados de la historia de Francia.
Esta es una película de gran presupuesto, una rareza comparativa en el momento, pero ni un solo franco fue malgastado. De principio a fin, esto tiene la sensación de un período de producción abundante, prestando una atención extraordinaria a los detalles. El director Gérard Oury se acredita con el logro de una de las recreaciones más creíbles de la Francia en tiempos de guerra en la historia del cine francés (incluso aunque no se derrama sangre en la película).
Un factor importante en el éxito de la película en Francia fue la presencia de Bourvil y Louis de Funès, en el momento los dos actores cómicos más populares de Francia. Los dos comediantes habían aparecido dos años antes en otra película, "Le Corniaud", que también fue un sorprendente éxito de taquilla en Francia. La combinación de sus dos estilos muy diferentes resulta tan brillante que uno se pregunta por qué los productores demoraron tanto tiempo para juntar a los dos actores en un mismo film.
Junto a estos dos genios cómicos franceses está el incomparable actor inglés cómico Terry Thomas, quien, fiel a su estilo, interpreta a uno de los aviadores ingleses. El actor está en muy buena forma y disfruta en las escenas absurdas en las que se encuentra. Un pelotón de soldados alemanes come-salchichas completa el estereotipo.
La efervescencia de actuaciones cómicas de la película se corresponde con la fotografía exuberante Claude Renoir y la música de Georges Auric. Las situaciones cómicas surgen con gran facilidad en un film que brilla con uno de los guiones más divertidos jamás escritos para una película francesa. A pesar de su fuerte sesgo cómico, La Grande Vadrouille es en realidad una película de guerra bastante creible que galopa a un ritmo razonable, apoyada por algunas impresionante escenas de acción. La gran escena final de la película es particularmente memorable.
Lo más notable de esta película es lo poco que se conoce fuera de Francia. Si hay una película francesa popular que merece un público internacional, es sin duda ésta.
Dirigida por René Clément; con Jean-Paul Belmondo, Alain Delon, Orson Welles, Anthony Perkins, Kirk Douglas, Yves Montand, Simone Signoret, Jean-Louis Trintignant, Gert Fröbe, Pierre Vaneck, Glenn Ford, Jean-Pierre Cassel, Leslie Caron, Robert Stack, Michel Piccoli, Philippe Noiret, Charles Boyer y otros. Guión: Francis Ford Coppola y Gore Vidal. Música: Maurice Jarré.
"Esta es la historia de una hermosa ciudad, no como la conocemos hoy, sino como era en sus momentos más peligrosos y gloriosos".
París, agosto de 1944, tras cuatro años de durísima ocupación y al borde de la sublevación. Las tropas americanas y algunas francesas están a las puertas de la capital francesa dispuestas a liberarla. Pero Hitler ha ordenado a uno de sus generales que mantenga el control a toda costa... o que destruya toda la ciudad. Magnífico fresco histórico sobre la liberación de París por las fuerzas aliadas.
Con guión de Gore Vidal (el eterno rival de Truman Capote) y Francis Ford Coppola, el director de “A Pleno Sol” René Clément dirigió esta larguísima super-producción sobre la complicada liberación de París de la ocupación nazi.
Es interesante porque habla de aspectos no muy conocidos, como el disenso dentro de la propia Resistencia francesa, y además lo hace de una forma que huye de todo maniqueísmo fácil; por ejemplo, mostrando al enemigo alemán con una amplia gama de colores.
De hecho, uno de los personajes principales es el General Von Choltitz (encarnado por Gert Fröbe, el mítico "Goldfinger" de la tercera película de James Bond), un general alemán al que un desquiciado Hitler ordena la total destrucción de París, antes de tener que entregar la ciudad a las fuerzas aliadas. Este personaje se muestra algo razonable dentro de lo irracional de sus convicciones (ya que desearía la victoria alemana, pero sabiendo que no va poder ser así, tampoco desea destruir siglos de arte y de historia como le encarga el Führer). Por otra parte, los siempre "salvadores" americanos tampoco se muestran tan preocupados por "salvar" París como por machacar al enemigo alemán.
El amplísimo reparto es impresionante; pareciera que todas las grandes estrellas se han juntado para rendirle este merecido homenaje a la heroica Resistencia francesa, a la liberación de París y a las víctimas de la guerra.
El film se basa en la obra "Is Paris Burning?", de Larry Collins y Dominique Lapierre. Se rodó en exteriores e interiores de Paris y en plató, con un elevado presupuesto. Obtuvo dos nominaciones a los Oscar (decorados y fotografía) y una a los Globo de oro (mejor música original).
La película muestra la crueldad y el carácter devastador de la guerra. Son escenas memorables la del inhumano embarque en tren con destino a Alemania de más de 2 mil partisanos, la alineación en paralelo al convoy de soldados alemanes, la petición de Himmler del "tapiz de Bayeux" (del siglo XI) para regalarlo a Hitler, la trampa mortal que la Gestapo tiende a un grupo de estudiantes, la toma de la Jefatura de la Policía,), la del Hotel Matignon y las conversaciones de Choltitz con el cónsul sueco Raoul Nordling (Orson Welles) -otro de los héroes de la película. Estos dos, Gert Fröbe y Orson Welles, junto a Pierre Vaneck (quien le da vida al Mayor Roger Callois) encarnan a los personajes más importantes del film.
La música, de Maurice Jarre, incluye un vals como tema principal, de tono épico. Acompaña la Resistencia con melodías marciales, los nazis con tonos patéticos y la Liberación con aires poéticos y triunfales. El tema central fue recogido en la canción "Paris en Colère". Interpretada por Mireille Mathieu, obtuvo gran éxito. La fotografía, en blanco y negro, construye una narración de estilo documental, con inclusión de filmaciones de época, encuadres magistrales y movimientos de cámara espectaculares. La última secuencia es en color.
El guión combina el intimismo de las personas, emotivos movimientos populares, el realismo de la guerra y un ligero toque de humor (en una boda interrumpida). La dirección suma técnicas de cine americano ("El día más largo", 1962) con una aguda sensibilidad europea. "¿Arde París?" es un retrato lleno de heroísmo y hermandad en uno de los momentos más decisivos de la II Guerra Mundial, una película emocionante y sobrecogedora donde la verdadera protagonista absoluta de la historia es la propia ciudad de Paris. Duración: 175 minutos.