Este ciclo está dedicado a aquellos géneros cinematográficos que por lo general no se ven reflejados en los ciclos de cine-debate o cine arte, como por ejemplo, el cine clásico, el cine bizarro, la ciencia ficción, el cine negro, el erótico, el de terror, el spaghetti western, el blaxploitation, el anime, el cine clase 'b' en general y otros géneros. Dentro de estos subgéneros cinematográficos pueden encontrarse verdaderas joyas cinematográficas, como así también las peores películas de la historia; pero si hay algo que todas tienen en común es su garantía de diversión. Esperamos que lo disfruten.

Los Cínecos



PROGRAMACIÓN AÑO 2014
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El Cuervo

Miércoles 15 de agosto

Título original: "Le Corbeau" (1943)

Dirección: Henri-Georges Clouzot
Intérpretes: Pierre Fresnay, Ginette Leclerc, Micheline Francey.
Guión: Louis Chavance, Henri Georges Clouzot
Fotografía: Nicolas Hayer (B & N)
Música: Tony Aubin
Producción: Continental Films
País: Francia
Duración: 92 min.

"Tú, vicioso: 
Sé que andas fornicando con la mujer de Vorzet, Laura-la-puta. Cuidado, que lo he visto todo y lo contaré todo.
El Cuervo"

La vida de una pequeña ciudad de provincias se ve perturbada por una serie de anónimos firmados por "El Cuervo".
El doctor Rémi Germain, un hombre arisco y antipático, es el primero en recibirlos: se le acusa de realizar abortos y de ser el amante de Laura Vorzet, la esposa del psiquiatra del hospital. Después "El Cuervo" arremete contra el médico jefe y el administrador del hospital. Las malas lenguas apuntan a la enfermera Marie Corbin, que con su conducta se granjeó la enemistad de muchos, pero todos tienen algo que ocultar, y nadie se siente seguro. (FILMAFFINITY)

"Ud. le lleva bien con Germain-el-abortista. Continúe así. Puede que necesite sus servicios si su hija Jeannette sigue pasando el tiempo en la oficina del Jefe de psiquiatría.
El Cuervo."

En un pequeño pueblo francés de Saint Roben, "una pequeña ciudad de aquí o en ninguna parte", un día la gente empieza a recibir cartas anónimas donde se descubren los peores secretos de cada uno de ellos,
poniendo a todos al borde de la histeria, el pánico y la paranoia. En medio de un estallido de habladurías, donde todos ocultan algo pero todos se apresuran a juzgar a los demás y no dudan en iniciar una caza de brujas, todos son sospechosos y comienzan a tratarse con creciente desconfianza.

Henri-Georges Clouzot, uno de los directores franceses más atrevidos que ha dado el cine, conocido luego por haber dirigido "El Salario del Miedo" y "Las Diabólicas", realiza en 1943 este thriller agobiante cargado de intrigas y suspenso, donde expone lo peor de la naturaleza humana. La ambigüedad de todos los personajes se parece demasiado a la realidad y tal vez sea este el punto más inquietante y hasta subversivo de la película.

"Le Corbeau" es un clásico indiscutible y una obra maestra del cine francés. Sin embargo, cuando se estrenó en 1943, no le gustó a nadie; tanto la izquierda como la derecha francesas, así como la Iglesia y miembros destacados de la Resistencia repudiaron su ácida visión sobre la sociedad provinciana, plasmada aquí bajo el signo de la hipocresía, las apariencias y la ruindad.
La película resultó igualmente incómoda para el gobierno de ocupación de Vichy como para la resistencia que luchaba contra los ocupantes. A nadie le resultaba cómodo que se tratasen de manera tan directa temas como el abuso de poder, el consumo de drogas o el aborto, o que se cuestionen certezas morales hasta entonces aceptadas.

El film tiene una estética expresionista, donde las luces y sombras en la magnífica fotografía en blanco y negro ayudan a delinear la parte más ambigua y oscura de los personajes. Inolvidable la escena en la que el Dr. Germain y Vorzet mantienen una conversación sobre el bien y el mal mientras una lámpara, empujada por Vorzet, hace de péndulo iluminando a uno y al otro. Brillante.

Ver trailer:

La Huella

Jueves 16 de septiembre

Título original: "Sleuth" (1972) (También conocida como "Juego Mortal")

Dirigida por Joseph L. Mankiewicz; con Laurence Olivier y Michael Caine y otros. Basada en la obra de teatro de Anthony Shaffer. (138 min.)

Andrew Wyke (Lawrence Olivier), destacado novelista de obras de misterio y ganador del premio Edgar Allan Poe por la contrucción de novelas detectivescas, invita a su mansión a Milo Tindle (Michael Caine), el amante de su mujer, un ex peluquero y actual propietario de una cadena de salones de belleza, a tomar unas copas en su casa y proponerle un plan en el que ambos saldrían beneficiados. Wyke, además, es un fanático jugador que ha convertido su mansión en una galería llena de múltiples juegos.

Wyke encarna el espíritu más perversamente sádico del alma humana, de aquellas personas que habiendo tenido cierto éxito en la vida disfrutan humillando a esas otras personas que por su cuna y naturaleza consideran inferiores. De hecho, Wyke invita a Tindle a su enorme mansión para hacerlo partícipe de sus sádicos juegos de humillación y sumisión con los que tanto disfruta.

Este film es, sin dudas, una pieza de teatro. Mankiewicz siempre fue un director de estilo muy teatral en la dirección de actores y en la gestión de sus recursos técnicos. Pero en esta película, una especie de recuperación de las viejas claves de novelas de misterio, una recreación de un clima de divertimento macabro, de intriga absorbente y clásica, lo teatral encaja a la perfección. Como encaja la mansión, los batones de seda, los atizadores y el sótano a lo Poe.

Más allá de las geniales actuaciones de Olivier y Caine, podría decirse que la mansión del escritor es casi un tercer personaje. Llena de muñecos autómatas de cera que acentúan aún más la atmósfera grotesca y a la vez siniestra, como el jocoso "Jack El Marinero Jovial", siempre presto a reir por los pérfidos juegos sadomasoquistas de su amo, o el busto de Edgar Allan Poe sobre la repisa de la chimenea, que de alguna manera sirve como homenaje a este maestro del misterio y de la "miseria humana más recóndita".

Incuestionable obra maestra tanto en la filmografía del citado realizador Mankiewicz como en el género de intriga policíaca, articulada en torno a la ironía, la sutileza e inteligencia emanada de los diálogos que componen ese erudito guión cuya autoría corresponde a un dramaturgo de excepción como Anthony Schaffer, autor del que Hitchcock adaptó otra obra suya: "Frenesí".

Un divertimento cínico y civilizado, un duelo refinado donde los epigramas sociológicos decoran el despecho amoroso; ante todo, esta película propone una ácida y lúcida visión en torno al juego con todas sus vertientes: la del lenguaje (en sus juegos de palabras, adivinanzas, alusiones, registros diversos según la extracción social, los interrogantes, los ingeniosos diálogos), los trucos (encarnados en los muñecos burlones mecánicos, la ruleta que marca el destino, la diana que esconde una caja fuerte, el disfraz, el arma trucada y el arma de fuego real) y el divertimento (juegos de mesa, billares, juguetes musicales, instrumentos).

Un magnífico "tour de force" interpretativo entre dos de los más destacados actores de orígen británico: por una parte Lawrence Olivier, con sus cadencias teatrales, el dominio de la palabra y de la experesión corporal y la ostentación de ese porte aristrocrático que siempre le caracterizó y, por otra parte, un Michael Cane en la cumbre de su carrera, que da vida al advenedizo, ambicioso y rampante pequeño empresario con ansias de un veloz ascenso social que culmina seduciendo a la mujer del aristócrata. Precisamente esta pugna amorosa se convertirá en el detonante capaz de desencadenar toda una serie de tragedias de trampa y cartón, dando pie al conocimiento del pasado que marcó a cada personaje, con sus frustraciones, implícitas intenciones y explícitas acusaciones.
Tanto Olivier como Caine fueron candidatos a mejor actor para el Oscar, aunque ese año la estatuilla se la llevó Marlon Brando nada menos que por su creación de Don Vito Corleone. También tuvo nominaciones a mejor director y mejor banda sonora.

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El Hombre Que Se Encontró A Sí Mismo

Viernes 6 de Marzo

Título original: "The Man Who Haunted Himself" (1970)

Dirigida por Basil Dearden; con Roger Moore, Hildegarde Neil, Olga Georges-Picot y otros.

“The Man Who Haunted Himself”, es un thriller psicológico del director inglés Basil Dearden, el cual está basado en la novela de Anthony Amstrong, “El extraño caso del Sr. Pelham”.

Declarado muerto durante unos breves segundos después de un trágico accidente de coche, Harold Pelham (Roger Moore), un tranquilo hombre de negocios, vuelve a la vida milagrosamente sobre la mesa de operaciones. Sin embargo, algo extraño sucede, pues durante aquellos segundos parece que un demoníaco y ambicioso doble ha usurpado su personalidad, tanto en su vida pública como privada. Cuando regresa a casa, se da cuenta de que su doble no sólo está poniendo en peligro toda su carrera, sino también comprometiendo su matrimonio. Será el decisivo encuentro con su doble lo que podrá llevar a Harold Pelham a los límites de la locura.

Tras el éxito que obtuvo la serie “El Santo” (1962-1969), Roger Moore estaba listo para tomar nuevos proyectos. Es por eso que tan pronto terminó la serie, comenzó a trabajar en dos largometrajes: “Crossplot” (1969) y “The Man Who Haunted Himself”. Esta película está basada en una novela del escritor Anthony Amstrong, la cual ya había sido adaptada en la serie de televisión, “Alfred Hitchcock Presenta”. Para Moore, este film representaba una oportunidad de demostrar su talento actoral, a la vez que le servía para explorar un género con el cual no estaba muy familiarizado, por lo que no dudó en aceptar el rol apenas le fue ofrecido.

La película trata el clásico tema del doppelganger o del doble maligno, desde la compleja mirada de la psiquiatría, agregándole algunos tintes sobrenaturales. Si bien el film en un principio se presenta de manera bastante realista, a medida que va transcurriendo la trama, comienza a tornarse cada vez más surrealista. Esta transición esta manejada maravillosamente por el director, quien contrasta el mundo real con el mundo más onírico, utilizando distintas iluminaciones para cada una de las etapas de la cinta. De la misma forma, durante el transcurso de la cinta se puede apreciar como el director comienza a utilizar ángulos cada vez más bizarros. El uso de las luces de colores, como también el de los distintos ángulos, pareciera sugerir la idea de que el personaje de Roger Moore está perdiendo la cordura. Su percepción del mundo se va volviendo cada vez más surrealista a medida que avanza la trama, al mismo tiempo que el espectador comienza a preguntarse si todo lo que está sucediendo es obra de la distorsionada mente de Pelham o tiene una respuesta sobrenatural.

Viendo la historia netamente desde el punto de vista de la psiquiatría, se podría pensar que trata acerca de la crisis masculina de los 40. Se retrata a Pelham como un hombre claramente insatisfecho con su matrimonio y con su propia vida, que es demasiado rígida. Como respuesta a todo esto, su subconsciente crea una personalidad alterna, la cual no teme tomar riesgos, se muestra más ambiciosa y desinhibida. En parte, el film nos plantea el complejo problema moral acerca de la múltiple personalidad del ser humano, lo que llevado a grados extremos, podría convertirse en esquizofrenia. Esa lucha interna que todos llevamos entre nuestro lado bueno y malo, blanco o negro.

Otro punto que resulta importante destacar, es la importancia que Deadern le da a los objetos, transformándolos en elementos clave de la historia. Un ejemplo claro de esto son las cerillas que Pelham y su doble parten por la mitad. Para Pelham, estas cerillas quebradas son la pista patente de que su doble ha pasado por los lugares en los que él suele estar. De la misma forma, el director utiliza la música, tanto para crear una atmósfera inquietante y opresiva, como para diferenciar a Pelham con su doble. Tanto el uso de la música como el realce de los objetos, son parte de los elementos utilizados por Alfred Hitchcock en sus películas, y los cuales Dearden supo utilizar bastante bien en esta cinta.

El director optó por filmar en locaciones reales en vez de filmar en estudios, con el objetivo de darle un mayor realismo a una película que presenta una premisa bastante fuera de la común. De la misma forma que las actividades de Pelham se tornan más extrañas y aterradoras, el ritmo y el estilo visual del film se vuelven más frenéticos. Existe una sensación palpable de desesperación y paranoia, que lentamente comienzan a llevar a los bordes de la locura al protagonista.
La fotografía de Tony Spratling y la banda sonora de Michael J. Lewis, son realmente buenas, y ambas colaboran en la construcción de la atmósfera y la tensión que presenta la cinta.

El productor/escritor no acreditado de la cinta, Bryan Forbes dijo en una ocasión que Roger Moore “siempre había sido subestimado como actor”, y la verdad es que luego de ver esta película es difícil no estar de acuerdo con él. Roger Moore entrega la que tal vez es la mejor interpretación de su carrera. El actor de vida de manera creíble a las dos personalidades de Pelham, llevándose todo el peso de la cinta. Por un lado está el hombre organizado y obsesivo, que nunca hace nada fuera de lo común, mientras que en la vereda contraria está el hombre amante de los autos deportivos, que le gusta el juego y las mujeres. El resto de los actores, entre los que se encuentran Hildegarde Neil, Thorley Walters y Freddie Jones, realizan un estupendo trabajo personificando a los familiares y conocidos del atormentado y confundido Harold Pelham.

“The Man Who Haunted Himself” es una verdadera joya olvidada del cine británico. Tiene una trama intrigante, con momentos de gran tensión. Dearden logra un fino equilibrio entre el suspenso y el horror sobrenatural, lo que culmina con un sorprendente y ambiguo final, que de seguro dejará sorprendido e intrigado al espectador. Dearden fue un interesante director, y se despidió con este gran film, que no sólo nos presenta una cara desconocida de Roger Moore, sino que también nos presenta una bizarra mirada al tópico de la doble personalidad.

(sinopsis extraída de CinemaScope: Una mirada al 7mo arte)

La banda de sonido es de Michael J. Lewis. Este es el tema principal:



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